El alcalde de La Orotava, Francisco Linares (CC), anuncia que en las próximas semanas el Ayuntamiento villero formalizará la compra de la parcela del derruido teatro Atlante por 600.000 euros, tras llegar a un acuerdo con el administrador judicial de la empresa Pejomar. Linares avanza que este pago se realizará en cinco años, aunque desde que se realice el primer abono la parcela pasará a ser de titularidad municipal.

El Consistorio villero lleva casi 11 años intentando adquirir la parcela del antiguo teatro, que está declarada de uso dotacional educativo o cultural. "Lamentablemente, la empresa nunca dio facilidades para la compra, pero ahora sí hemos logrado un precio justo tras negociar con el administrador judicial. Finalmente se pagarán 600.000 euros por un solar en el centro de La Orotava que la empresa llegó a tasar en 6 millones de euros".

"Desde que se formalice la compra vamos a sacar la pala que está allí y vamos a adecentar el cerramiento", aseguró Francisco Linares.

La intención del gobierno villero es convocar un concurso de ideas para decidir qué tipo de equipamiento cultural o educativo ocupará el sitio del recordado teatro Atlante.

Linares plantea la necesidad de aprovechar esta parcela para crear al menos una planta de aparcamiento público y en la parte superior un equipamiento con usos múltiples. El alcalde villero considera que esa parcela "puede ser adecuada para ubicar allí el nuevo archivo municipal", que en la actualidad se ubica justo enfrente de las ruinas del teatro.

A juicio del mandatario, esta compra supondrá "un avance muy importante", que además permitirá zanjar de forma definitiva una polémica que en junio de este año cumplirá 14 años.

Un largo proceso que comenzó en junio de 2003

La polémica con el teatro Atlante se inició en junio de 2003 con una inesperada demolición, apenas dos días después de las elecciones municipales. En marzo de 2005 se reavivó la oposición al derribo con la recordada protesta ciudadana del Movimiento Atlante y un largo proceso judicial aún abierto. Desde 2006, el Consistorio villero inició contactos con la empresa propietaria para una posible compra, y en 2008, CC modificó el planeamiento para que el solar pasara a tener un uso educativo y cultural. Nueve años después, la parcela está a punto de convertirse en suelo público.