Un grupo de 18 ciudadanos residentes en Tenerife ha trabajado durante un año en el proyecto de investigación participativa Lanius para el estudio de parásitos sanguíneos en la avifauna del Parque Nacional del Teide, donde han capturado y liberado casi mil aves. El equipo, con mayoría de mujeres y edades entre 18 y 35 años, estuvo formado por ambientólogas, biólogas, geógrafas, una socióloga y estudiantes universitarios y de ciclos formativos vinculados con las ciencias ambientales. Antes de salir al campo recibieron formación básica en observación, identificación y seguimiento de aves, y técnicas de censo y anillamiento. Además, estuvieron guiados siempre por un equipo de biólogos dirigidos por David P. Padilla.

En las 32 jornadas de trabajo de campo, desarrolladas entre febrero de 2016 y febrero de 2017, lograron capturar, anillar, tomar muestras y liberar a aves de unas 15 especies diferentes. Y llegaron a avistar más de una veintena de especies, entre ellas algunas consideradas como nuevos visitantes.

La investigación tenía como objetivo principal el estudio de los parásitos sanguíneos en la avifauna del Teide. Para lograr las muestras, este equipo tuvo que armarse de paciencia e instalar trampas que no pusieran en peligro a las aves. Para lograr sus fines, utilizaron redes japonesas, cepos malla y trampas potter trap modificadas. Todas las aves capturadas fueron anilladas y estudiadas, y se les extrajo una pequeña cantidad de sangre.

Los métodos de captura para poder realizar las pruebas, mediciones y el anillamiento científico no pusieron en riesgo la integridad de las aves. Se manipularon de forma segura y sólo durante el tiempo estrictamente necesario. Una vez anilladas, fueron puestas en libertad en la misma zona de captura.

El técnico del Centro de Educación Ambiental Municipal de La Orotava (CEAM) y coordinador general del Proyecto Lanius, Nicolás Martín, indica que las aves que capturaron con más frecuencia fueron canarios, mosquiteros, herrerillos y bisbitas camineros. Además, se usaron, con éxito, trampas específicas para cernícalos y alcaudones reales.

Martín destaca que las labores de observación en el campo permitieron detectar, por ejemplo, la presencia regular del cuervo durante el año de muestreo.

El proyecto incluyó la captura de mosquitos mediante trampas específicas para poder identificar a posibles transmisores de parásitos sanguíneos en la avifauna del parque, "por tratarse de un importante vector de transmisión".

Además, compararon la abundancia y diversidad de aves en función de la disponibilidad de alimento a lo largo del año. Para lograrlo, cuantificaron la abundancia de invertebrados a través de "conteos directos de todos los individuos presentes en un área de un metro cuadrado durante un minuto".

Los participantes colaboraron en la elaboración de un censo de avifauna en el Parque Nacional del Teide, "que incluyó el cálculo de su abundancia relativa y los principales usos del hábitat por parte de diferentes especies".

Para la divulgación de Lanius se creó un blog y una página en la red social Facebook, donde los participantes compartieron sus experiencias en esta iniciativa que unió investigación, sensibilización y participación ciudadana.

El proyecto fue promovido y financiado por el Ayuntamiento de La Orotava, el CEAM, el Cabildo y el Parque Nacional del Teide. Además, colaboraron la Universidad de Oviedo, IPNA-CSIC, SEO Bird/Life y la Fundación Telesforo Bravo. Sus resultados definitivos se conocerán en unos dos meses.