El Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) La Victoria-Alfonso Fernández García tiene clausuradas sus dos canchas deportivas desde principios de año. La aparición de unas grietas en una de las paredes del acceso a la zona deportiva obligó a cerrar los espacios polideportivos, por lo que el alumnado de este centro debe recibir ahora las clases de Educación Física en el aparcamiento destinado al profesorado, que tiene que dejar sus vehículos en la calle.

El primer teniente de alcalde y edil de Economía y Hacienda, Deportes, Juventud, Cultura, Fiestas e Innovación Tecnológica del Ayuntamiento de La Victoria de Acentejo, Leo García (PP), explicó en el pleno del jueves que el cierre de estas canchas "no tiene nada que ver con el hundimiento de la vía de acceso al municipio" y pidió el apoyo de toda la corporación municipal para "presionar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para que refuerce las paredes dañadas y reabra las canchas deportivas cuanto antes".

"El Ayuntamiento de La Victoria ya ha cumplido en la mejora de la vía y la construcción del muro de contención. Ahora falta que la consejería termine el muro de cerramiento del IES para que nosotros podamos terminar la acera y el vallado. Seguimos esperando", lamenta el concejal popular. Pese a que desvincula esta obra del problema de las canchas, recalca que el retraso de estos trabajos junto a la vía "sí empeoran la imagen de semiabandono del IES".

García declaró a EL DÍA que la situación del instituto "da pena". A su juicio, "aparte del problema de las canchas, hay humedades, falta de pintura y otras deficiencias que hay que reparar lo antes posible. El IES necesita inversiones y no hemos dejado de reclamarlas desde el ayuntamiento".

"Los alumnos llevan medio curso sin poder usar sus canchas. Este cierre ha obligado, además, a dejar de usar el aparcamiento, que sirve de improvisada zona deportiva, mientras los profesores tienen que dejar sus vehículos en la calle", lamenta el edil popular.

"Recientemente hemos visto que el acceso al gimnasio y a los vestuarios también está cerrado -indica-, por lo que los alumnos del instituto se han quedado sin zonas adecuadas para hacer deporte".

Los efectos del cierre ya se notan. En medio del espacio destinado a fútbol sala ha empezado a crecer el rabo de gato y otras malas hierbas.