El macizo de Teno, en el Noroeste de Tenerife, es uno de los paisajes más hermosos de Canarias y una de las zonas con mayor biodiversidad de Europa. Un reducto natural que aún conserva, pese a la presión humana, sus grandes valores ecológicos. Su orografía brutal combina impresionantes acantilados, valles, barrancos y tupidos bosques de laurisilva. Su aislamiento ha permitido frenar la destrucción que se ha cebado con otros ecosistemas de la Isla y, en la actualidad, puede considerarse el bastión para las aves rapaces y los cuervos en Tenerife. Un refugio clave para evitar la extinción del cuervo en la Isla y del águila pescadora o guincho en Canarias.

Teno también fue la última morada del guirre, un pequeño buitre que desapareció de la Isla a mediados de los años 80 del siglo pasado. Y en la actualidad, con solo unas cuantas parejas nidificantes, esta zona es el hogar de las últimas águilas pescadoras, y es donde se establece el grueso de la población tinerfeña de cuervos. Las rocas de los acantilados de Teno sirven asimismo de refugio para numerosas parejas de halcones de Berbería o tagarotes, de busardos ratoneros o aguilillas y de cernícalos vulgares, estos últimos los más abundantes.

La importancia capital de Teno para las aves rapaces y los cuervos de la Isla queda clara en un reciente artículo de Beneharo Rodríguez, Airam Rodríguez, Felipe Siverio y Manuel Siverio, del Grupo de Ornitología e Historia Natural de las Islas Canarias (GOHNIC), editado en la prestigiosa publicación internacional Current Zoology.

Estos expertos destacan en su artículo sobre rapaces y cuervos en el macizo de Teno que, respectivamente, este macizo acoge toda y la mayor parte (más del 75%) de las poblaciones de águila pescadora y de cuervo en Tenerife, "dos especies muy amenazadas a nivel regional, lo que nos da ya una idea de su alto valor de conservación. Del estudio realizado se desprende que las áreas más agrestes y aisladas de este macizo son claves para la preservación en la isla de las especies más frágiles. El conocimiento sobre la estructura y las peculiaridades del hábitat de esta comunidad de aves debería ayudar a las administraciones competentes en la implantación y el desarrollo de las acciones de gestión para garantizar su conservación".

El Cabildo ha iniciado esta semana una campaña reducir el impacto humano en los acantilados.

Estos investigadores recuerdan que "las rapaces son depredadores que normalmente presentan densidades y tasas de reproducción bajas, y que además requieren extensas áreas en las que abunde el alimento. Por diversos motivos, las especies más grandes suelen ser muy sensibles a las molestias durante la época reproductiva, lo que muchas veces las obliga a buscar refugio en zonas abruptas, por lo general apartadas o donde no haya demasiada presión humana. En ocasiones son consideradas especies paraguas, es decir, que su protección repercutiría de forma positiva en el estado de conservación de otras muchas que comparten su hábitat, ya que donde ellas se establecen la biodiversidad suele ser mayor".

En islas, las poblaciones de este tipo de aves "son habitualmente pequeñas y aisladas, por lo que sufren un mayor riesgo de extinción", advierten.

En el caso de los archipiélagos de la Macaronesia, estos investigadores del GOHNIC también comentan que "las poblaciones de rapaces que habitan islas con alta densidad humana tienen mayores probabilidades de desaparecer a causa de las colisiones con estructuras artificiales o de otras razones de origen humano".

Para evitar su desaparición, apuestan por "conocer al máximo la biología y ecología de cada una de estas poblaciones locales para poder desarrollar acciones precisas que se ajusten a sus requerimientos de conservación".

"En Canarias, a pesar de esa conocida fragilidad que muestran las rapaces existentes, los estudios y seguimientos sistemáticos de este grupo de aves son escasos. Para contribuir a suplir esta carencia, durante los años 2005-2010 se estudiaron las rapaces rupícolas presentes en Teno, uno de los enclaves más biodiversos de toda Europa, en el que sobreviven o refugian numerosas especies amenazadas o exclusivas de animales y plantas", remarcan.

"El trabajo de campo consistió en visitar e inspeccionar todos los acantilados de Teno en busca de evidencias de reproducción de las cuatro rapaces rupícolas que nidifican en Tenerife (busardo ratonero, águila pescadora, cernícalo vulgar y halcón de Berbería), así como del cuervo, ya que, pese a ser un paseriforme, es considerado aquí como un equivalente a las rapaces por su tamaño y ecología. Al conocer además que en estos acantilados del Noroeste tinerfeño también criaron los guirres o alimoches canarios hace décadas, como atestiguan, aparte de la comunicación oral de lugareños, las grandes manchas de excrementos y restos de palos y ramas que aún perduran en sus antiguos nidos, todos estos lugares fueron igualmente inventariados. El objetivo era llevar a cabo los mismos análisis estadísticos que para las especies actuales y de esta forma interpretar, con la debida cautela, la abundancia y riqueza de especies en el pasado reciente de este macizo", detallan estos investigadores del GOHNIC.

Los resultados de este minucioso estudio "dejan entrever que las rapaces abundan más en aquellos sectores donde las pendientes son más pronunciadas y que, por lo general, coinciden con superficies cubiertas por matorrales y que albergan gran diversidad de vegetación; por el contrario, son menos abundantes en aquellos de zonas altas donde hay formaciones boscosas o herbazales".

"La riqueza de especies también se acrecentó en sitios con más escarpes y disminuyó a medida que aumentaba la altitud. Las especies amenazadas (águila pescadora, halcón de Berbería y cuervo) ocuparon con más frecuencia las zonas más abruptas y los acantilados situados a más distancia de las construcciones humanas (casas y carreteras) que las rapaces más comunes (busardo ratonero y cernícalo) -explican-. Al considerar los nidos aún reconocibles de los desaparecidos guirres, todo apunta a que estos pequeños buitres mostraban preferencia por grandes acantilados de zonas remotas y agrestes de Teno para criar".