A Marino Álvarez Ramos le diagnosticaron esclerosis múltiple (EM) y, en medio de aquella conmoción, que afectaba también a sus cuatro amigos más cercanos, en 2014 surgió una idea que unió amistad, deporte y solidaridad: correr para ayudar a las personas que sufren esta enfermedad neurodegenerativa. Cándido Perera escribió a Marino el correo electrónico que significó el nacimiento de Pichón Trail Project, un colectivo solidario que sus promotores califican como una "bendita locura". Marino no puede correr, pero otros corren por él.

¿Por qué pichón? Los promotores explican que esa palabra fue siempre un comodín con el que se nombraban unos a otros: "¿A qué hora quedamos, pichón? ¿Dónde nos vemos, pichón? ¿Qué pasa, pichón?". Y pichón se quedaron. A esa palabra clave sumaron "trail", porque aunque participaban en todo tipo de carreras, en la montaña es donde se sentían más a gusto, donde disfrutaban del contacto con la naturaleza. Y "project" porque se trata de un proyecto solidario.

La idea de este grupo de amigos del Valle de La Orotava ha cuajado, ha crecido exponencialmente en apenas tres años y han llegado a contar con más de 700 socios solidarios. En la actualidad la componen cientos de colaboradores y cerca de 80 corredores que participan en numerosas pruebas deportivas cada año. Siempre llevan las camisetas de Pichón Trail Project y en cada entrada en meta muestran la banderola con su lema: "Corremos por la esclerosis múltiple". El objetivo es visibilizar la enfermedad y concienciar.

El colectivo cuenta cada kilómetro que se corre por la EM. En un año, algunos de sus integrantes han sumado más de 400 kilómetros solidarios.

Pero esta asociación también la componen todas las personas que, de una manera u otra, colaboran con ella, así como los beneficiarios de su ayuda directa.

Todos los fondos que recaudan se destinan a personas con EM. Se valoran sus principales necesidades y se les ofrecen sesiones de fisioterapia, bonos de piscina, sillas de ruedas, camas articuladas o, si la situación lo requiere, cuestiones de primera necesidad, como alimentos. La filosofía de este colectivo es mantener la ayuda y el contacto con los beneficiarios, para que no sea un apoyo efímero. Empezaron con pequeñas cosas: ayudar a instalar un plato de ducha o pagar la piscina o el fisioterapeuta a personas con EM y escasos recursos. Esos microproyectos autofinanciados continúan para hacer más llevadera la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Pichón Trail Project, que también ha colaborado con la Asociación Tinerfeña de Esclerosis Múltiple, obtiene recursos mediante la venta de su material promocional, que reinvierte en pequeñas acciones solidarias.

Trabajan en la actualidad en el proyecto Mielina, junto a la Universidad Europea de Canarias (UEC), que se presentará a finales de este mes. Durante seis meses impartirán talleres dirigidos a personas con EM, familiares, amigos y público en general. Antes de que termine el año, seguirán participando en charlas y actos solidarios, como el II Acuatlón del Complejo Deportivo del Mayorazgo, el día 26 de mayo, cuya recaudación irá destinada a Pichón Trail Project.

Hay muchas maneras de sumarse a esta iniciativa. Existe la posibilidad de hacerse amigo solidario, para lo que basta realizar una aportación anual de 10 euros y colocarse la pulsera amarilla del proyecto; sumarse como corredor o corredora o unir al proyecto a equipos de cualquier modalidad deportiva (ya cuentan con el apoyo de equipos de baloncesto, fútbol, natación...).

Además, se pueden hacer donaciones por las que se recibe material deportivo; apadrinar alguno de los microproyectos solidarios que están en marcha, o, en el caso de los empresarios, convertirse en empresa colaboradora.