José Heriberto González (CC) es alcalde de Garachico desde julio de 2011. Su primer mandato fue en minoría, pero en las elecciones de 2015 logró recuperar una holgada mayoría absoluta nacionalista. A González le ha tocado continuar en los últimos seis años el proyecto para la construcción de un funicular que conecte el casco histórico con la zona alta, a través de Los Acantilados de La Culata. Está en trámite desde 2005 y, pese a la burocracia y las trabas legales, González advierte de que aún no ha tirado la toalla: "Sigo intentando que se instale un funicular en Garachico".

¿Cómo ha evolucionado la situación económica del Ayuntamiento de Garachico desde 2011?

Entre 2011 y 2013 tuvimos que aplicar un plan de ajuste y solicitar préstamos por valor de 700.000 euros para pagar a los proveedores. En 2014 ya estábamos fuera del plan de ajuste y cumplíamos los parámetros económicos y financieros. En estos momentos, Garachico goza de estabilidad económica. La situación no ha variado mucho desde 2014, vivimos una situación estable y cumplimos todos los requisitos que nos pone el Estado.

¿Cuándo tienen previsto aprobar el presupuesto de 2018?

Queremos aprobarlo en la primera quincena de enero para comenzar a aplicarlo en febrero.

¿Tienen prevista alguna inversión destacada?

Queremos concretar la compra de las naves de la Fast. Para eso tenemos el apoyo del Gobierno de Canarias. Y una vez adquirida la propiedad, el Cabildo nos tiene reservada una partida de 2,5 millones para rehabilitar las naves y convertirlas en un gran espacio multifuncional.

Desde 2015 están interesados en la compra de las naves de la Fast, ¿por qué no se ha concretado?

Se trata de un expediente complicado y a veces no es fácil casar las expectativas de los propietarios con las cantidades que la administración puede pagar. Nosotros tenemos que respetar las valoraciones de los funcionarios. Y las conversaciones están avanzadas.

¿Cuánto costarían las naves?

La valoración técnica de la arquitecta municipal es de 1.063.000 euros y de ahí no nos podemos mover.

¿Qué usos le darán a ese antiguo empaquetado de plátanos?

Tenemos que respetar tanto las indicaciones de Costas como de Patrimonio Histórico. Y eso implica que alrededor de las naves debe existir un paseo peatonal de borde, junto al mar, y que no podemos excedernos de las alturas y volumetrías actuales. Además, debemos respetar la fachada hasta la primera crujía, aunque sin las actuales planchas de fibrocemento. Por detrás podremos hacer obra nueva. Nuestra idea es contar con un gran espacio de usos múltiples de unos 1.000 metros cuadrados y una zona de servicios y cafetería que saldría a concesión para dar viabilidad económica al proyecto. Garachico necesita un espacio cubierto donde poder organizar actos culturales, ferias o muestras. Además, acabaremos con el lugar más degradado de Garachico, que causa un importante daño estético.

¿Es la única gran obra que se plantean para el próximo año?

No, hay muchas. También queremos ejecutar ya la rehabilitación del antiguo convento de San Francisco y del antiguo colegio de San Isidoro. Sin olvidar las actuaciones en los barrios o las mejoras en carreteras, como las que unen Genovés, San Juan del Reparo, Las Cruces y San Pedro. Son cuatro barrios que tienen muchos problemas con esas travesías y, por primera vez, estamos en disposición de ordenar todo eso y mejorar tanto la seguridad como la estética.

¿Ve posibilidades de acabar pronto con los graves problemas de saneamiento en el municipio?

Históricamente hemos tenido muchos problemas. Nos gustaría que saliera adelante el plan comarcal, pero mientras tanto se han ido ejecutando actuaciones que en los últimos tres años nos han permitido corregir muchos vertidos. Por ejemplo, las actuaciones en las dos estaciones de bombeo del casco y la de La Caleta han evitado vertidos que se daban muy a menudo. El sistema comarcal ha empezado y, en nuestro caso, implica toda la adaptación de la depuradora del barranco Hondo, en Las Cruces, que ha dado y sigue dando muchos problemas de vertidos hacia nuestra costa que han hecho mucho daño. Una parte se ha solucionado y otra parte está en obras. Afortunadamente, esa situación se está solucionando y eso me llena de alegría.

¿Y el nuevo enlace con el puerto?

Estamos pendientes de que se resuelva ya la alternativa escogida para ese necesario enlace. Se trata de una rotonda que enlazaría el muelle y el casco de Garachico a través de la calle El Majuelo. Esperamos que el Gobierno de Canarias elabore el proyecto en 2018 para que puedan empezar las obras. Como también esperamos las obras de limpieza de los fondos de la bocana del puerto.

¿El puerto tendrá finalmente edificio comercial y de servicios?

Hay una propuesta empresarial, cuyo estudio está muy avanzado en Puertos Canarios, que probablemente se aborde en alguno de los primeros consejos de administración de 2018. Se aprobará y saldrá a exposición pública por si alguien quiere presentar alguna oferta. Confío en que esa zona comercial, de ocio y servicios se empiece a construir el año que viene.

¿Se atenderán las demandas de los usuarios del puerto?

Son demandas de menor calado económico que el enlace o el nuevo edificio, por lo que creo que serán atendidas prácticamente en su totalidad. Son cuestiones de seguridad, de control y de operatividad para los usuarios que tienen sus barcos allí. Son razonables y hay buena predisposición por parte de Puertos Canarios para atenderlas.

¿La burocracia le ha hecho ya tirar la toalla con el funicular?

No, pero casi. Soy bastante persistente. Estamos ahora en una línea de resolver cuestiones medioambientales. Estamos trabajando en eso el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife, el ayuntamiento y la empresa Teleférico del Teide. Estamos pendientes de una documentación que debe presentar la empresa al área insular de Política Territorial, pero todo marcha bastante ralentizado. Hay bastantes dificultades desde el punto de vista normativo para sacar adelante el proyecto. En Canarias las normas son mucho más complicadas que en otros sitios del mundo donde existen esos servicios. Pero hay que respetar las normativas que están y trabajar para intentar que, con las normas que tenemos, las cosas se puedan hacer de una manera legal. Hay una línea abierta que se ha mantenido, pero es verdad que esto llega a cansar. Pese a todo, no lo voy a dejar. Hasta que vea que no hay la más mínima posibilidad, seguiré intentando que se instale el funicular. Esa línea la mantenemos. Aún no hay ningún informe sobre la mesa que diga que es imposible.

¿Los accesos a la playa del muelle estarán para el verano?

Se están elaborando los proyectos de ingeniería y los estudios geotécnicos que solicitó Costas. En poco más de un mes, tendremos esos resultados, y prácticamente puedo asegurar que antes del comienzo de la temporada de baño de 2018, entre primavera y verano, eso estará en perfectas condiciones.

¿Qué solución plantea para las colas de la TF-5?

Hay varias soluciones. Obras en la carretera, como el carril Bus Vao, el tercer carril entre el aeropuerto y Santa Cruz o la rotonda del Padre Anchieta, que no puede tener a los peatones al mismo nivel que el tráfico, pero yo sigo insistiendo siempre en la descentralización. Mientras no descentralicemos, seguiremos coincidiendo todos los del Norte para ir a las mismas horas a La Laguna o Santa Cruz. Restringir el número de vehículos es muy complicado, por eso está descartado, pero hay que tomar medidas de descentralización como desarrollar el hospital del Norte para evitar desplazamientos al HUC; modificar los horarios de la Universidad de La Laguna, o descentralizar alguna facultad. ¿Por qué no? Para acabar con las colas, me niego a hablar solo de carreteras. La descentralización, que ya se está abordando, debe estar sobre la mesa.