Un desprendimiento de rocas de grandes dimensiones obligó ayer a cerrar al tráfico durante cuatro horas los dos carriles de la TF-21, a la altura del kilómetro 40, en el Parque Nacional del Teide.

Alrededor de las 12:00 horas se produjo un derrumbe de varias rocas que bloquearon por completo el paso en dirección Norte y Sur.

El área de Carreteras del Cabildo de Tenerife trabajó durante cuatro horas en la zona para poder despejar la calzada. La reapertura se retrasó por la necesidad de desplazar maquinaria pesada a esta zona del Parque Nacional del Teide, en el entorno de Montaña Blanca.

El desprendimiento no produjo heridos ni daños directos en ningún vehículo.

La DGT también informó de esta incidencia, calificada como de nivel negro, por la interrupción total del tráfico.

La vía quedó reabierta al tráfico en torno a las 16:00 horas de ayer, según informó el área de Carreteras del Cabildo.

La zona de Montaña Blanca en la que se produjo el derrumbe ya se ha visto afectada por la caída de rocas en varias ocasiones, como el 13 de enero y el 25 de noviembre de 2017.

Este incidente coincide con la ejecución de obras en esta carretera, desde el pasado 14 de diciembre, entre el barrio villero de Aguamansa y la zona de El Portillo. Trabajos para los que se programan cortes puntuales entre las 8:00 y las 18:00 horas, excepto los fines de semana. Además, de lunes a viernes la vía permanece completamente cerrada al tráfico de 9:00 a 11:00 y de 14:30 a 16:30.