El Puerto de la Cruz celebra este martes día 10 la embarcación más esperada. La ciudad y los portuenses se preparan para vivir un día de fiesta y recogimiento; un día de alegría y emoción; una jornada que vive su cenit cuando la Virgen del Carmen entra en la playa del muelle y se embarca para salir, una vez al año, a la mar con los marinos.

La popular embarcación del Puerto de la Cruz es una fiesta que sufrió su particular catarsis tras los incidentes que se registraron en la edición de 2012, cuando la fiesta descontrolada se olvidó del origen religioso de la celebración y puso en riesgo, incluso, la procesión marítimo-terrestre o la integridad de la imagen de la Virgen del Carmen.

El edil de Fiestas, Ruymán García (CC), considera que el nefasto capítulo de 2012 "ya está cerrado" y espera, como ha sucedido desde 2013, que la embarcación de este año vuelva a cerrarse con una jornada "tranquila", donde el jolgorio conviva en armonía con la fe. Para lograr que esto suceda, el edil de Seguridad Ciudadana, Pedro González (PP), tiene claro que es necesario seguir en la línea trazada en los últimos años: "Hubo una época en la que se confundió el significado de esta fiesta, incluso desde el ayuntamiento. Se entendió mal y se colocaron tarimas y gogós, pero, afortunadamente, hemos vuelto a darle un sentido más familiar a esta celebración, sin pistolas de agua ni otros elementos que la desvirtuaron".

La seguridad estará en manos de un amplio dispositivo formado por agentes de la Policía Local, Policía Nacional y Policía Canaria, acompañados por voluntarios de agrupaciones de Protección Civil de varias localidades y por agentes de seguridad privada que este año controlarán el acceso al espigón exterior del muelle.

En 2017, el consistorio utilizó dos drones para estudiar el desarrollo de la fiesta y las imágenes aéreas recomendaron limitar el acceso al espigón de bebidas alcohólicas, menores no acompañados o personas bajo los efectos del alcohol u otras sustancias. "Vamos a controlar quien llega a esa zona porque, debido a la altura del dique, existe riesgo de accidentes", explica González.

También habrá un puesto de mando avanzado y un hospital de campaña, a cargo de Cruz Roja, en la plaza Escultor Ángel Acosta.

Javier González es concejal portuense y también cargador de la Virgen del Carmen desde hace más de 20 años. "Cuando yo empecé a cargar a la virgen había peleas de cargadores y situaciones muy desagradables bajo la imagen. Afortunadamente, todo eso ha quedado atrás, hemos cambiado a mejor y ahora hay más orden y organización", recuerda.

"En la actualidad, los cargadores están uniformados, se organizan los turnos y no se permite participar a personas que no estén en las debidas condiciones", detalla González.

En las últimas semanas se habla, y mucho, en los mentideros portuenses del conflicto abierto entre algunos miembros de la Hermandad de la Virgen del Carmen y su grupo de cargadores. Javier González espera que el día de la embarcación no suceda nada anormal: "Tenemos 364 de los 365 días del año para resolver cualquier diferencia. Espero y deseo que nadie vaya a usar el día de la embarcación para nada que no sea mostrar nuestra devoción a la Virgen del Carmen. Sería un gran error y una gran falta de respeto".

Ruymán García también confía en que el respeto a la Virgen del Carmen prevalecerá ante cualquier diferencia. A los portuenses y a los visitantes los anima a disfrutar, "desde muy temprano", con los actos que se desarrollarán este martes en el muelle: "La Diana Floreada, la chocolatada, la misa de las nueve, los torneos de dominó y cartas, el concurso de pesca y la gran cucaña, que comienza a las 15:00 horas, y marca con su final el inicio de la parte más solemne de la celebración: la procesión marítimo terrestre de la Virgen del Carmen y San Telmo".

Para García, "lo más impresionante de este día es ver la cara de la gente y sentir sus emociones". Emociones que pone a flor de piel la voz de Chago Melián. El cantante puntero es clave en esta celebración desde hace más de 30 años. Desde un balcón entona el "Ave María" y "Bendita mi tierra guanche" y desata un torrente de lágrimas.

Melián explica que "un momento especial sucede cuando, en medio de tanto gentío, se hace el silencio y empiezas a cantar. Entonces pone la piel de gallina ver esa imagen tan hermosa y no puedes evitar acordarte de tu madre, de tus seres más queridos, de las cosas importantes".

Para el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, Carlos Carrillo, "es imposible explicar lo que uno siente cuando la Virgen del Carmen llega al muelle". Durante años su barco, La Marina, fue el encargado de trasladar a la imagen: "Cuando la virgen embarcaba en mi barco he llorado como nunca en mi vida. Ver a los cargadores con la boca y la nariz bajo el agua, sin poder respirar, levantándola hasta la cubierta es algo impresionante. Una explosión de júbilo y de emoción que se vive con los pelos de punta y lágrimas en los ojos".

Ruymán García

edil de fiestas y juventud

Pedro

González

concejal de seguridad ciudadana

Carlos

Carrillo

patrón mayor de la cofradía de pescadores