El alcalde de La Orotava, Francisco Linares (CC), y el edil de Hacienda, Juan Dóniz (CC), anunciaron ayer que el consistorio volverá a bajar los impuestos a los vecinos en 2019. Las tasas se mantendrán congeladas y se reducirán el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de tipo rústico y el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica. Una reducción de la presión fiscal que supone que los vecinos de la Villa se hayan ahorrado unos dos millones de euros en impuestos y tasas, o que la presión fiscal sea a partir de 2019 un 13% menor que al principio del mandato.

Esta rebaja fiscal se concretará con la modificación de las ordenanzas fiscales para 2019. A la ya habitual congelación de las tasas municipales se sumará una reducción adicional de dos impuestos que afectan a "gran parte de la ciudadanía".

El impuesto de vehículos bajará un 5% en 2019 (pese a que la previsión inicial era una reducción de solo el 3,5%), una rebaja que se suma al -3,5% que ya se aplicó en 2019.

El tipo de gravamen del IBI de naturaleza rústica pasará del 0,745% al 0,548%, lo que en la práctica supone una reducción de alrededor del 36%.

Las 18 ordenanzas fiscales del Ayuntamiento villero contemplan, además, 56 medidas de bonificación y exenciones. Además, en los últimos años han desaparecido tasas como las del auto taxi, las licencias de apertura, las de utilización de instalaciones deportivas municipales y las de apertura de zanjas.

Dóniz recordó ayer que en este mandato los vecinos han pagado alrededor de dos millones de euros menos en concepto de impuestos y tasas, 1,2 millones por rebajas directas y cerca de 800.000 euros por bonificaciones, exenciones y desaparición de tasas.

Esta modificación de las ordenanzas fiscales se aprobó por unanimidad en la comisión de Hacienda, y se ratificará en el pleno del día 30 de octubre.