Los técnicos que se encargan de la complicada obra de estabilización de la calle Tegueste, en Punta Brava, abrieron ayer de forma artificial las cuatro mayores grietas para analizar, desde su interior, cuál es el estado actual del terreno que soporta la vía y reforzarlo. El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, que barajaba la posibilidad de autorizar el regreso de los vecinos desalojados esta semana, ha optado por una vía más conservadora y esperará a que haya garantías técnicas "al 100%" para permitir que los 19 desalojados regresen a sus viviendas.

Tras la actuación de ayer, en la que operarios de la empresa se han introducido, literalmente, en algunas de las grietas, el edil de Urbanismo, Juan Carlos Marrero (CC), espera que los trabajos previstos en lo que queda de semana permitan cumplir el plazo previsto de regreso de los vecinos, que expira el próximo día 14.

"Digamos que en este momento tenemos una seguridad al 95% de que la calle está estable, pero queremos llegar al 100% porque aún nos quedan días hasta que se cumpla la previsión de dos meses del desalojo, que será el próximo miércoles día 14", explicó Marrero.

Los testigos instalados para controlar el resto de las grietas continúan sin moverse, "a pesar de que en la jornada de ayer había muy mala mar y las olas hacían vibrar la calle", indicó el concejal.

El regreso de los vecinos desalojados de nueve viviendas y la reapertura del tramo de vía cerrado desde mediados de septiembre es un paso indispensable para que la empresa pueda seguir trabajando en la estabilización de otros tramos de la calle. Para poder continuar con el bulonado del resto de vía sin dejar incomunicados a otros vecinos, "es necesario reabrir esa parte", insiste Marrero.

El bulonado consiste en introducir grandes varas metálicas a través de las rocas para estabilizar un talud.