Residentes en el edificio Los Almendros, en la urbanización de Las Cuevas, en el municipio de La Orotava, alertan del riesgo que generan los periódicos desprendimientos de rocas desde la ladera situada detrás de sus viviendas, donde no existen elementos de protección. La preocupación de los vecinos se incrementó hace unos días con la caída de una piedra de grandes dimensiones que impactó contra un vehículo aparcado en la calle Las Cuevas I.

Para los afectados, se trata de un problema grave, "ya que estos desprendimientos llevan produciéndose desde hace años con diversos daños materiales a vehículos y al propio edificio Los Almendros, en alguna de las ocasiones".

Hace aproximadamente un mes, otro desprendimiento dañó más vehículos estacionados en la misma vía, una prolongación sin salida de la calle Alemania.

Estos vecinos sostienen que los desprendimientos se han comunicado al Ayuntamiento de La Orotava "en varias ocasiones mediante escritos documentados con imágenes de los daños causados".

Los afectados piden al consistorio que analice la situación de la ladera, la perite, y tome medidas urgentes para tratar de acabar o, al menos, reducir el riesgo actual.

A su juicio, es necesario actuar de forma inmediata, "desde el ayuntamiento o la administración que sea competente", puesto que la caída de rocas pone en riesgo "incluso la vida de vecinos y transeúntes".

"La ladera está llena de piedras sueltas de gran tamaño que, debido a las lluvias y a la presencia de cabras que andan por la zona, se desprenden y ruedan por la ladera", advierten.

El concejal de Seguridad y Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de La Orotava, Narciso Pérez (CC), explicó a EL DÍA que recientemente se ha limitado el aparcamiento en la zona más expuesta a la caída de rocas "como primera medida".

"La oficina técnica municipal está tratando de localizar a los propietarios de la ladera, ya que se trata de una propiedad privada, con el objetivo de solicitarles que actúen para tratar de reducir el riesgo de desprendimientos, aunque somos conscientes de que será complicado actuar en la zona por su orografía y por situarse muy cerca de los límites del Paisaje Protegido de La Resbala", explicó.

Los técnicos del Ayuntamiento villero ya han visitado la zona e iniciaron las gestiones para ponerse en contacto con los propietarios de los terrenos de los que provienen las rocas.

Mientras continúan las gestiones municipales para solicitar a los dueños del terreno que actúen para evitar daños a terceros, el consistorio ha limitado el estacionamiento en la zona, con discos de prohibición y advertencias de peligro, pero el consistorio baraja la posibilidad de instalar "vallas electrosoldadas para limitar físicamente la posibilidad de aparcar en parte de la calle Las Cuevas I".

Según Pérez, la idea del ayuntamiento es evitar que se aparque en una zona donde hay "unas seis plazas de estacionamiento".