La población del Norte de Tenerife aumentó en 35.168 personas en los últimos 30 años, entre 1988 y 2018, según indican los datos de la evolución histórica de la población de los municipios del Archipiélago, que elabora el Instituto Canario de Estadística (Istac) a partir de las cifras oficiales del INE. Este crecimiento, similar a incorporar a toda la población de un municipio como Los Realejos (36.405 habitantes), se concentra en Acentejo, el Valle de La Orotava, San Juan de la Rambla, La Guancha e Icod de los Vinos, porque la Isla Baja ha perdido en ese mismo periodo casi 3.000 vecinos, un descenso peor que perder de golpe a toda la población de El Tanque (2.670 vecinos).

El padrón oficial de 2018 de los 15 municipios del Norte establece que suman una población de 224.047 personas, 20.000 más que toda la población de Santa Cruz de Tenerife (204.856). En 1998, la población norteña era de 194.420 personas, y en 1988, esa cifra se reducía a 188.879.

La cruz de este crecimiento está en la despoblación de los cuatro municipios de la Isla Baja (ver despiece), que acerca al Noroeste de Tenerife a cifras poblaciones de 1950. La situación ya es peor que en 1960, cuando la Isla Baja sumaba 18.137 habitantes: 5.275 en Los Silos, 5.267 en Garachico, 5.021 en Buenavista y 2.574 en El Tanque, que es el único pueblo con más vecinos ahora que hace 58 años (96 más). En 2018, la Isla Baja suma 17.001 vecinos (1.136 menos que hace 58 años): 4.819 en Garachico, 4.757 en Los Silos, 4.755 en Buenavista, y 2.670 en El Tanque.

El descenso poblacional de la Isla Baja (-2.910) en los últimos 30 años se ha visto compensado en el Norte con el espectacular incremento poblacional de la comarca más cercana al área metropolitana (Acentejo) y la que concentra el poderío económico, comercial y turístico de esta vertiente de la Isla (el Valle de La Orotava).

Acentejo registró en 2018 un total de 19.959 habitantes más que en 1988. Un crecimiento poblacional cercano a toda la población actual de Güímar (19.739 habitantes). El aumento del padrón de habitantes ha sido espectacular en Tacoronte, con 6.378 vecinos más para llegar a rozar los 24.000, y en Santa Úrsula, donde se han incorporado 5.966 habitantes en 30 años, 400 más que toda la población de Arafo (5.562). Santa Úrsula ha pasado de tener apenas 4.539 vecinos en 1950 a superar los 14.445 en 2018. La Matanza ha crecido en 3.155 habitantes y ya tiene 8.956; El Sauzal aumentó en 2.882 y ronda los 8.947, mientras que La Victoria, con 1.578 vecinos más, tantos casi como habitantes tiene ahora Vilaflor (1.645), alcanza los 9.040.

El Valle de La Orotava ha sumado 17.018 habitantes desde 1988. Y buena parte de este tirón se debe a Los Realejos, el municipio del Norte donde más ha aumentado su padrón: 7.551 vecinos más que en 1988 para llegar a los 36.405 actuales. En La Orotava hay ahora 5.818 habitantes más que hace 30 años (todo Arafo y casi 300 personas más), y con 41.883 habitantes es el municipio con más población del Norte. El Puerto de la Cruz también ha sumado 3.649 habitantes más, y se mantiene en 30.483.

Más limitado ha sido el crecimiento poblacional en Icod (+738), La Guancha (+293) y San Juan de la Rambla (+70), que han aportado 1.101 nuevos norteños desde 1988.

El Noroeste se acerca a cifras de 1950

La despoblación de los cuatro municipios de la Isla Baja, en el Norte de Tenerife, comenzó a finales de los años 90 del siglo XX y se ha acelerado en las dos primeras décadas del siglo XXI. Entre 1994 y 2018, las localidades de Buenavista, Los Silos, El Tanque y Garachico han perdido 3.100 habitantes, una reducción mayor que toda la población del municipio tanquero en 2018, donde solo hay censados 2.670 vecinos. La pérdida poblacional ha sido tan importante en 25 años que la Isla Baja tiene ahora menos población que en 1960, concretamente 1.136 vecinos menos. Y la comarca se acerca peligrosamente a las cifras de 1950, cuando la Isla Baja tenía sólo 973 habitantes menos que en 2018.

Los datos de la evolución histórica de la población de la Isla Baja indican que esta comarca tenía en 1960 un total de 18.137 habitantes, mientras que el último dato oficial de 2018 reduce su población a 17.001 habitantes, 351 vecinos menos que un municipio como El Rosario (17.352).

La despoblación se aceleró entre 2002 y 2014, con la depuración de los padrones municipales y la crisis económica. En ese periodo, los cuatro municipios perdieron 2.280 vecinos.

En los años 90 del siglo XX se registró la mayor población en la historia de la Isla Baja. Los récords poblacionales de los cuatro municipios se dieron entre 1990 y 1996. Garachico tenía en 1990 un total de 6.282 vecinos, 1.463 más que en 2018; Los Silos alcanzó en 1995 una población de 5.675 personas, 918 más que el año pasado; Buenavista registró 5.664 habitantes en 1996, 909 más que en 2018, y El Tanque llegó a tener 3.247 residentes en 1996, 577 más que en 2018. Aquel boom poblacional se desinfló entre el final del siglo XX y los inicios del siglo XXI.

El Tanque es el único municipio de la Isla Baja que tiene ahora (2.670) más habitantes que en 1960, pero menos que en 1970, cuando tenía 2.830. Este pueblo alcanzó los 3.000 habitantes en 1991 y los mantuvo hasta 2010, cuando por primera vez bajó de tres millares (2.965).