El responsable del área de tratamiento de la madera de la empresa especializada en control de plagas Apinsa, José Manuel Hernández Pérez, asegura a EL DÍA que en la actualidad es imposible hablar del coste estimado de las tareas de control y erradicación de la termita invasora Reticulitermes flavipes en Tacoronte y otras zonas de la Isla. "Me gustaría conocer en base a qué estudios y datos se han dado las cifras que se han publicado", de entre dos y diez millones de euros, "porque no tenemos constancia de la existencia de ningún estudio que determine aún la extensión exacta de la plaga (se está realizando el primero en Tacoronte); ni las cantidades de termiticida ni el personal que será necesario utilizar durante un tiempo que también es aún indeterminado, ya que depende de muchos factores".

A juicio de Hernández, se trata de "simples estimaciones" y considera que "no sería serio plantear cifras ahora y pedir a las administraciones este tipo de cheques en blanco".

Hernández afirma que erradicar esta plaga en Tenerife "aún es posible, si se toman las medidas adecuadas", que "no pasan únicamente por un tratamiento", ya que, a su juicio, se requieren acciones complementarias como "mejorar el control de las actividades humanas que pueden contribuir a extender o agravar la amenaza que suponen estas termitas subterráneas".

Este experto de Apinsa duda de que "ninguna empresa de Canarias tenga la capacidad de asumir en solitario una tarea de la envergadura que requiere la erradicación de esta termita invasora, básicamente por una cuestión de recursos humanos. La solución pasará, probablemente, por la ejecución a través de alguna empresa o entidad pública, supervisada o apoyada por empresas y expertos del sector de la erradicación de plagas. Un trabajo de esa envergadura, con la colocación y vigilancia de numerosos puntos de control, requerirá mucha mano de obra".

Química de Mungía S.A. estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra la empresa Anticimex por asegurar que el hexaflumurón es "la única solución eficaz contra la plaga de termita" en Tenerife. Este laboratorio produce otro termiticida autorizado para su uso contra termitas subterráneas, el diflubenzurón. Apinsa asegura que ya ha utilizado este producto con éxito en varias casas de Tacoronte.

La plaga se inició en 2005

El catedrático de Zoología y experto en invertebrados Pedro Oromí y el exdirector del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias y vecino de la zona afectada, Basilio Valladares, desvelaron ayer en Cope que el primer caso conocido de la plaga de Reticulitermes flavipes se dio en 2005 en una urbanización de Juan Fernández (Tacoronte). Oromí dijo que "cuando se descubrió, la empresa hizo un compromiso de confidencialidad con los afectados". Valladares añadió que ese primer caso fue en la casa de una familiar suya en una urbanización de 96 chalés construida en cooperativa: "El foco era un barranquillo entre esa urbanización y unos invernaderos".