Todos los hombres investidos de poder son capaces de abusar de él (Montesquieu)

Los ciudadanos no salimos de nuestro asombro y cada vez estamos más preocupados por el saqueo permanente con el que la corrupción esquilma las arcas públicas, o sea, el robo sistemático de dinero que los trabajadores aportamos con los impuestos. En el punto de mira están partidos y dirigentes políticos, instituciones del Estado, organizaciones empresariales y sindicales, la banca, pícaros de toda índole y condición, y hasta personajes pintorescos que ocupan las portadas de la prensa, televisión y revistas del corazón, como Luis Bárcenas, Julián Muñoz, Iñaki Urdangarin, y ahora Carlos Mulas.

La corrupción política es el mal uso público o gubernamental del poder para conseguir una ventaja privada ilegítima. Corrupto es, por lo tanto, el comportamiento desviado de quien ocupa un papel en la estructura estatal, sea local, autonómica, nacional o internacional, existiendo también la corrupción administrativa y la de los funcionarios que participan de ella.

El término corrupción, del latín, rumpere, que significa romper, dividir, quebrar, violar, anular, a su vez deriva de corrumpere, descomposición. Para que se produzca es necesaria la presencia de dos partícipes, que se corresponden principalmente con dos espacios, el corruptor y el corrupto, es decir, la fuerza que corrompe y quien se pudre dejándose corromper.

Fenómeno desgraciadamente muy anclado y arraigado desde la existencia de la humanidad, su ámbito de actuación es todo tipo de poder, y así amanecemos cada día con un nuevo escándalo, a modo de cáncer que sin respiro va corrompiendo insistentemente nuestra sociedad y su convivencia. La lista no cesa y está al alcance de todos en internet, aunque, lamentablemente, sospechamos que son muchos más y más graves aquellos que no salen a la luz pública por el férreo control que impide la transparencia y los intereses para ocultarlos, aunque es cierto que con los que circulan en la prensa habitual tenemos para entretenernos. Quiero creer que la Justicia hace lo que puede, pero los ciudadanos pedimos más celeridad, y posiblemente en esta cuestión tenga que ver la dependencia del Poder Judicial del Ejecutivo, con lo que pasan años sin que se celebren juicios que están en la mente de todos, también en Canarias sin ir más lejos. Hoy vamos a comentar casos muy sonados, actualmente investigados por la Justicia.

El Gürtel está ligado a varios cargos del Partido Popular, como el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps (absuelto en la "causa de los trajes"), y el exsenador y extesorero del PP Luis Bárcenas, que con 22 millones de euros en una cuenta bancaria suiza y la denuncia de la entrega de sobres en mano a dirigentes del partido atisba una estrategia delictiva en la mismísima dirección del partido del Gobierno. En el de Palma Arena se ha condenado al presidente del Gobierno de Baleares, del PP, Jaume Matas, a seis años de prisión. En el caso Nóos, que con tanta gracia y elegancia parodia una chirigota en los Carnavales de Cádiz, la Fiscalía ha reclamado a Urdangarin y a su exsocio Diego Torres una fianza de 8.189.448 euros, si bien seguimos pendientes de que se celebre el juicio, estando citado de nuevo el duque de Palma para declarar el 23 de febrero. En el caso del presunto saqueo del Palau de la Música de Barcelona se investiga el pago de comisiones de la constructora Ferrovial a Convergència Democràtica de Catalunya a través de dicha institución cultural, a cambio de la adjudicación de obra pública. En el caso ITV de Barcelona, la juez instructora está a la espera de que la Fiscalía decida si solicita la imputación de Oriol Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña e hijo del expresidente Jordi Pujol, al que un informe de la Agencia Tributaria sitúa como "colaborador necesario" en una red de empresarios, para, en su caso, remitir la causa al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al tratarse de un aforado. Pendiente de definitiva sentencia está la mayor trama de corrupción de un ayuntamiento español, Marbella, en la que están implicados el exalcalde Julián Muñoz, la tonadillera Isabel Pantoja y el todopoderoso asesor urbanístico Juan Antonio Roca. Mientras tanto nos acercamos a los seis millones de parados y el 96% de los ciudadanos desconfía de los políticos.

jvicentegbethencourt@yahoo.es