El panorama está tan enrevesado que la más rancia derecha clama por una nostálgica vuelta de "franquiño", apodo con el que rebautizaron en una tertulia al dictador que mantuvo "disciplinado" a este país durante cuarenta años (también existían sobres). Se escuchaba en una céntrica cafetería entre un grupo de personas que comentaban, cabreadas y acaloradamente, los últimos acontecimientos que suceden en spaña y que pringan, de manera inequívoca, a los gobernantes actuales que arrasan, con los otros, el solar patrio sin el más mínimo reparo. Lo curioso es que en la melancólica reunión trataban de tapar la profunda crisis en la que se encuentran los "populares", echando los balones fuera de la pista para implicar, enfáticamente, a los socialistas-obreros.

Y tenían parte de razón. Pero la organización de derechas debió reaccionar antes eligiendo otros caminos más directos y no jactarse de presuntas inocencias y manos en el fuego propaladas a diestro y siniestro. ¿Auditorías internas y externas sin un recibí? Han sufrido tal retraso en los encendidos rechazos que ha tenido que saltar a la plaza pública el expresidente Aznar para presentar una demanda contra el diario l País, que publicó unas "supuestas conductas y decisiones ilegales en la gestión económica del PP" durante su mandato. sto se complica. La propia derecha se divide en sus apreciaciones ante los sobres de Bárcenas, cuentas en Suiza y presuntas propiedades repartidas en diversas zonas.

Se especula con que se ha maquinado una maniobra "dedicada" a Rajoy. Las investigaciones deben desarrollarlas los jueces y estos, como es sabido, carecen de casi todo para llevar a cabo su trabajo, con lo que el tiempo volverá a dilatarse hasta que llegue la aclaración de los hechos y el olvido inunde las memorias.

Mientras, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, compareció en el Congreso para afirmar, entre otras opacidades, que Bárcenas se ha podido acoger a la amnistía fiscal a través de alguna de sus sociedades; no figura en la lista de esa amnistía y no pertenece al partido desde el 2009. Asimismo, no lo citó relacionado con el reparto de sobres con dinero negro a dirigentes del partido, a la vez que acusaba a Rubalcaba y a Soraya Rodríguez de "ensuciar y enfangar la vida política". Dirigiéndose al diputado socialista aseguró, visiblemente enfadado, que había tenido una "intervención ruin con preguntas impertinentes". Como era de esperar, soltó el eufemismo insoslayable definiendo a la contestada amnistía como "regularización especial y extraordinaria", acogiéndose a ella, ¡atención!, 29.065 personas y 618 empresas. s decir, los pazguatos fichados en nóminas, pensiones y jubilaciones son los auténticos hostigados. Los defraudadores, los protegidos. Por cierto, entre estos últimos se encuentran varios empresarios del sector turístico en Canarias que prefieren depositar los dineros en los bancos suizos y despreciar a los españoles. s un dato a la atención del presidente Rivero.

Ahora bien, la figura estelar de estos últimos días ha sido el secretario general de los socialistas-obreros, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien, en un ejercicio de absoluta sinceridad, manifestó que el partido había aprendido la lección y que no tenía "caja B", ocultando que la Fundación Ideas pagó 600.000 euros a empresas y amigos, entre los que se encuentra la hermana de lena Valenciano. Además, el partido tuvo que destituir la pasada semana al director de la citada fundación por pagar a una falsa columnista, que luego resultó ser su exmujer, 3.000 euros por artículo, embolsándose, asimismo, 50.000. Un caso realmente extraño. Olvidó también el bochornoso espectáculo de los "eres" andaluces en connivencia con el partido comunista; los patrimonios de Bono y Chaves; pertenecer al único partido condenado por el Tribunal Supremo por financiación ilegal; el caso AV; el Boletín Oficial; Cruz Roja; fondos reservados; Roldán... todos sentenciados, a los que se suman ahora el chivatazo del "Faisán" o el caso "Campeón", con José Blanco salpicado.

n fin, hoy, miércoles, el presidente Rajoy estará en la tribuna del Congreso de los Diputados manifestando una serie de argumentos que desvinculan a su partido con cualquier corruptela, endilgándole casi todo a Bárcenas y solicitando a los grupos presentes en la Cámara un gran pacto para terminar con el penoso espectáculo ofrecido gratuitamente al planeta entero. Pacto de corruptos con corruptos. Ningún español lo creerá.