El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo ayer que "España va por el buen camino" con un "sistema de recuperación económica que es el más avanzado de la eurozona", aunque también reconoció que "los ciudadanos lo están pasado mal".

El presidente del BCE se expresó así durante una rueda de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados después de comparecer a puerta cerrada para explicar la actuación del organismo durante la crisis.

Según explicó el propio Draghi, durante su intervención ante los diputados, es "consciente" de los esfuerzos que están haciendo los españoles, que "lo están pasando mal".

No obstante, subrayó que "España va por el buen camino", una afirmación que se basa en las "señales positivas" que ya se observan en la economía, como la "casi" desaparición del déficit por cuenta corriente, el aumento de la competitividad o la mejora de la competitividad.

Asimismo, reconoció que ya se empiezan a ver los resultados de algunas de las reformas que se han puesto en marcha como la del sistema financiero, que una vez concluya, contribuirá a que España tenga una de las bancas más saneadas, según Draghi.

Durante la rueda de prensa y preguntado por si la economía española había mejorado en el último año, Draghi indicó que "se ha hecho mucho" y que hay "un progreso muy significativo" en varios aspectos como en materia laboral o sobre el progreso en la consolidación fiscal.

Pese a ello, advertido de que estamos en un "camino complejo" y de que "ningún país europeo ha terminado su trabajo".

Y es que para el presidente del BCE, es "muy importante que se avance en la consolidación fiscal, un aspecto que ve "esencial para mantener el acceso a los mercados financieros y la credibilidad".

Tras la comparecencia de Draghi, que aseguró que hablar de "guerra de divisas es exagerado", los grupos parlamentarios criticaron en su mayoría el hecho de que dicha intervención fuera a puerta cerrada, algo a lo que el presidente del BCE no se habría opuesto en un principio, según reconoció el mismo.

Posteriormente, y tras la emisión en internet de la comparecencia de Draghi por parte de ICV, el BCE decidió publicar el discurso del presidente del organismo.

Según dicho discurso, Draghi dijo ser "muy consciente" de la dimensión humana de la recesión, especialmente del coste que tiene para las personas que han perdido su empleo, pero insistió en que el objetivo común es conseguir una economía en la zona del euro más equilibrada, más solida y que funcione de forma más justa.

Draghi explicó que los países que están inmersos en reformas "dolorosas, aunque necesarias" no deberían sentir que han sido abandonados a su suerte, ya que cuentan con el respaldo de las instituciones europeas.

Como muestra de ese apoyo señaló la decisión del BCE del pasado verano de diseñar un programa de compra de deuda pública de los países más presionados por la especulación "destructiva", si bien hizo hincapié en que una operación de este tipo solo se puede poner en marcha bajo una "condicionalidad estricta", que pasa por mantener la disciplina fiscal y las reformas estructurales.

Por su parte, varios grupos parlamentarios españoles pidieron ayer al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que este organismo actúe como lo hace la Reserva Federal estadounidense y financie a los Estados de la UE con el objetivo de estimular sus economías.

Tras reunirse en el Congreso de los Diputados (cámara baja del parlamento) con Draghi, los portavoces de diferentes grupos parlamentarios mostraron, en una conferencia de prensa, su decepción con la comparecencia del presidente del BCE.

El portavoz de Economía del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Valeriano Gómez, dijo que trasladó a Draghi en el citado encuentro su invitación a que "tome nota" de lo que hace la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, que financian préstamos para mejorar la inversión en formación productiva.

Gómez también le dijo al presidente del BCE que las instituciones financieras, especialmente las alemanas, han financiado esa "suerte de locura" del sector inmobiliario español que ha traído consecuencias "funestas".

"Al igual que otros portavoces", explicó que pidió que se acabe con la "fragmentación" financiera en Europa y que evite que haya países que paguen hasta 3 ó 4 puntos más de intereses que otros.

El portavoz de Convergencia i Unió, Josep Sanchez-Llibre, expresó su malestar por el hecho de que Draghi no respondiese a las preguntas de su grupo.

Sus demanda -explicó- iban encaminadas a mejorar la liquidez de la economía española, a que el BCE sea competente en actuaciones de políticas activas de empleo y a que los tipos de cambio con el euro sean más competitivos.

Rajoy: "No he cumplido mis promesas, pero sí mi deber"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adelantó ayer que el déficit de 2012 mostrará un esfuerzo de consolidación "sin precedentes" en el conjunto de las administraciones, y defendió que gracias a ajustes de esta naturaleza se constata ya un "cambio de percepción sobre España".

Rajoy hizo estas consideraciones en la inauguración de un seminario organizado por el semanario británico The Economist en el que se analiza la vuelta a la prosperidad tras un duro ajuste, y los consiguientes cambios políticos.

El jefe del Gobierno recalcó que con la "prudencia necesaria", se puede anticipar que en la última parte de 2013 y en 2014 la economía española "recuperará tasas positivas de crecimiento del PIB".

Según Rajoy, el propio título de las jornadas de The Economist, "Más allá de la austeridad, volviendo al crecimiento", es "la constatación de un cambio de percepción" sobre España, ya que hace un año, recordó, se dudaba de la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Rajoy destacó que se han hecho ya "muchas cosas" para salir de los "ingentes" desequilibrios que se encontró al llegar al Gobierno, como una reforma laboral que aún tardará en dar sus frutos, dijo, pero que ya muestra "indicios" de un "cambio de patrón" en el ajuste del mercado de trabajo.

Pero "el afán reformista del Gobierno ni se distrae, ni flaquea ni se agota", por lo que dejó claro que en los próximos meses se aprobarán más reformas estructurales como la futura ley de unidad de mercado o la racionalización de las administraciones.

En el coloquio posterior Rajoy recordó que se presentó a las elecciones con la promesa de que no subiría los impuestos, y a pesar de ello ha aprobado sucesivas recargas fiscales, entre ellas el IRPF y el IVA en el último año.

"No he cumplido con mis promesas electorales, pero al menos tengo la sensación de haber cumplido con mi deber", recalcó.

Reconoció que "es difícil" dar esperanza a una familia con todos sus miembros en paro, pero garantizó que siempre procura tener como "referencia" que en España hay "muchísima gente" que quiere trabajar y no puede y que otro muchos han sido "muy lesionados" en su poder adquisitivo. En medio de estos sacrificios, el jefe del Ejecutivo recordó, como ya hizo recientemente en Berlín, que se prevé que la reducción del déficit estructural primario, descontando el ciclo económico y la carga de intereses, ascienda a 3,5 puntos del PIB aproximadamente.

el déficit

Los compromisos de déficit para 2012 suponen que cierre en el 6,3 % del PIB, aunque distintos analistas consideran que podría acabar en torno al 7 %. Esta reducción del déficit público, según dijo ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es necesaria para volver a la senda del crecimiento. También por parte de Europa, añadió, deben afrontarse mayores reformas estructurales para una economía más flexible, integrada y competitiva, dar un paso más hacia los futuros "Estados Unidos de Europa" hacia los que sin duda camina el continente, según Rajoy. Que fluya el crédito El presidente del BBVA, Francisco González,dijo ayer que, aunque España es el país europeo que "se ha tomado más en serio la tarea de hacer sus deberes", todavía es necesario que en el corto plazo se reactive el crédito. González hizo esta consideración durante su intervención en una jornada organizada por el seminario británico The Economist, en el que explicó que el Gobierno busca mecanismos para reactivar el flujo crediticio, que, según auguró, "pronto se pondrán en marcha". "Estamos hablando con el Gobierno para poner en marcha medidas o mecanismos que activen el crédito", dijo González, que aseguró que el BBVA concede 90 de 100 peticiones de crédito, frente a las 70 de 100 que recibía antes de la crisis. "Es importante que parte del sistema financiero que estaba deteriorado ponga rápidamente el capital al servicio del crédito", dijo.