Hace mucho tiempo que Canarias figura en los planes comerciales de los Estados Unidos, entre otros. Recuérdese, sin ir más lejos, la famosa "Iniciativa Clinton" para África Occidental, que proponía fomentar el comercio bilateral con esa área del continente para contribuir de esa forma a la democratización de la mayoría de los regímenes políticos de esos países.

En esa estrategia aparecía el archipiélago canario, dada su ubicación geográfica (en EE.UU se sabe donde estamos situados realmente, ¡¡que no es en Europa!!), y teniendo en cuenta nuestro desarrollo e I+D, infraestructuras, renta per cápita, PIB, etcétera. Esta iniciativa fue asimismo asumida por la Administración Republicana de George Bush, que organizó una cumbre afro-norteamericana de jefes de Estado en Washington para octubre de 2001, que fue frustrada por los terribles atentados de las Torres Gemelas de Nueva York del 11 S. Proyecto, que ha retomado ahora la Administración Demócrata de Barak Obama, considerando de nuevo la privilegiada situación de Canarias, a 96 km. (unas 59,65 millas náuticas del continente africano.

Es lo que se llama, en términos geoestratégicos, "renta de situación", producida por nuestra envidiable posición en el mapa mundi, entre tres continentes: África, Europa y América. "Renta de situación" que España rentabiliza en beneficio propio; y que, como ya he denunciado en reiteradas ocasiones, suponen las "plusvalías de la colonización". Plusvalías que no está percibiendo el pueblo canario, cautivo de una economía subvencionada y dependiente del exterior, con la consiguiente pérdida de renta y lucro cesante que ello supone; y que la metrópoli tendrá que indemnizar cuando se firme el traspaso de poderes y se proceda a la descolonización de Canarias.

La idea es que Canarias se convierta en el Singapur de la zona; aunque tenemos dos grandes capitales que compiten con nuestro Archipiélago como "hubs" en el continente: Casablanca, capital económica de Marruecos, y Accra, capital de Ghana. No obstante, varias multinacionales norteamericanas han demostrado su interés por establecerse en Canarias. Y en este sentido, la referencia sigue siendo Kinross, una multinacional minera canadiense que mantiene explotaciones mineras de oro en Mauritania y Ghana, y que se instaló en Las Palmas en 2011, residiendo en la isla más de ochenta familias de trabajadores cualificados de la empresa, cuya experiencia está resultando altamente positiva. El interés por ofrecer Canarias como enclave estratégico cercano a África está en el candelero desde el año 2006, cuando se presentó la delegación en el Archipiélago canario de la Cámara de Comercio Americana, dirigida entonces por el exasesor de la Administración de Clinton y ahora en el Gobierno de Obama, el canario Juan Verde. Directivos y miembros de la embajada USA en España y representantes de empresas del país norteamericano han realizado diversas visitas a las Islas para conocer "in situ" su realidad socio-económica. El problema es que, seis años después, el trabajo realizado no ha producido aún el efecto deseado, por lo que se han intensificado los mismos y establecido nuevas estrategias que despejen el desconocimiento de Canarias en Estados Unidos; incrementándose los contactos empresariales con multinacionales del país.

Pese a todo, las empresas norteamericanas ven la necesidad de dar otro salto a medio plazo. Los flujos comerciales en 2010 entre EEUU y los 17 países de África Occidental -incluidos Nigeria, Guinea Ecuatorial, Ghana, Senegal y Gambia- fueron de 40.000 millones de dólares. Según un informe que la Cámara ha enviado al Gobierno español del PP, estos podrían pasar a ser de 70.000 millones en 2015. La región, con 295 millones de habitantes, tiene un PIB agregado de 278.000 millones de dólares y, según el FMI, crecerá a un ritmo del 9 % anual hasta 2015, lo que abre nuevas expectativas.

El problema radica en que Canarias no decide por sí sola, al seguir siendo un decimonónico y ya periclitado "territorio nacional español" en otro continente, que la legalidad internacional ya no contempla ni ampara hoy en día. ¿Cuantas ventajas de todo tipo no tendríamos los canarios si en lugar de ser una descarada colonia española en África fuéramos un Estado archipelágico libre y soberano y, por tanto, sujeto de Derecho Internacional? ¡¡Ese es el verdadero nudo gordiano de la cuestión, en todo lo concerniente a nuestro futuro!!

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