El 62,4% de los españoles ve poco o nada motivados a los profesores españoles, una situación que achacan principalmente a la crisis económica y a los recortes emprendidos, un motivo repetido en casi el 20% de los cuestionarios, según se desprende del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de febrero.

Para estos encuestados, otras razones de la desmotivación del profesorado son la falta de respeto de los alumnos (13,6%), el poco prestigio social con el que cuenta la profesión (12,8%), el hecho de ser un oficio mal pagado (11,5%) y la falta y el cuestionamiento de su autoridad (10,7%).

La mitad de los entrevistados (53,2%) opina que la imagen del profesorado ha empeorado en los últimos diez años, y todo ello a pesar de que se trata de la segunda profesión más valorada tras los médicos (81,58%). Tan solo un 14,9% cree que ha mejorado respecto a hace diez años y otro 24,8% que se mantiene.

Así, la valoración del profesorado se sitúa entre "muy bien" y "bien" para un 38,7% de la sociedad, casi cuatro de cada diez padres encuestados, así como un 20,7% de los alumnos. En cambio, el 17,7% valora entre "mal" y "muy mal" al profesorado español, así como el 15,6% de los padres y el 35% de los alumnos.

Igualmente, casi la totalidad de los encuestados (95,4%) está más bien de acuerdo en que los alumnos deberían respetar más al profesorado, el 73,8% está en desacuerdo con que el profesorado tenga toda la autoridad que necesita, a la vez que casi nueve de cada diez preguntados consideran que los padres son los que tienen la mayor responsabilidad en la educación de los hijos. Además, la mitad de los encuestados (51,8%) coincide en que los docentes deben ser considerados como autoridad pública.

Sobre los principales problemas a los que se enfrenta hoy en día el profesorado, la falta de disciplina de los alumnos es el motivo más repetido entre los encuestados (32,5%), seguido del número de alumnos por profesor (28,9%), la falta de interés de los alumnos (28,8%), la falta de medios y recursos materiales (26,4%), así como la falta de autoridad (16,4%) y el poco tiempo que dedican los padres a sus hijos (15,5%).

Para mejorar el trabajo del profesorado, en primer lugar, el 22,3% de los entrevistados entiende que hay que dotarles de más recursos materiales y técnicos, mientras que en segundo lugar optan, en un 18,7% de los casos, por reforzar la autoridad que se otorga al profesorado.

Ser maestro de Educación Infantil y de Secundaria para nueve de cada diez encuestados es una profesión que requiere asumir responsabilidades y, además, exige tener una fuerte vocación, mientras que un 87,9% considera que ser profesor de formación profesional requiere para su desempeño una sólida formación.

Precisamente, el Congreso aprobó en febrero una iniciativa del PP encaminada a revisar los derechos y deberes de los alumnos y a establecer un procedimiento efectivo que apoye la autoridad del profesorado, propuesta que contó con el voto contrario de los demás grupos excepto de UPyD, que se abstuvo.

La proposición no de ley resumía, según aseguró la diputada popular Sandra Moneo, "una inquietud" constatada en los últimos años respecto a si los alumnos reciben las enseñanzas en un clima adecuado o si el profesorado tiene los instrumentos necesarios para ejercer su labor con normalidad.

Y el ministro de Educación, José Ignacio Wert, defendió el pasado día 11 en un foro educativo en Granada la importancia de crear un Estatuto del docente que restaure la autoridad del profesor.

En el caso del profesor universitario, el 85,4% cree que es un oficio que tiene mucho o bastante prestigio social, el 95% sostiene que requiere para su desempeño una sólida formación, además de que ocho de cada diez indica que requiere asumir responsabilidades y exige tener una fuerte vocación.

Entre las funciones de los trabajadores de la enseñanza, la mitad de entrevistados cree que enseñar a relacionarse y comunicarse con los demás es lo más importante de la labor del profesor en el ciclo de Infantil (55,3%), mientras que la de profesores de Primaria es contribuir al desarrollo personal del joven (46,4%).

En el caso de la Secundaria, prima la transmisión de conocimientos en un 55,9%, mientras que en la Formación Profesional (78%) y la Universidad (81,6%), la preparación para acceder y desenvolverse en el mundo laboral es la principal función del profesor.

De los entrevistados, un 68,9% no tiene hijos en edad escolar, y de los que sí los tienen, el 28,9% tiene a su primer hijo en Primaria, el 23,5% en la ESO, y el 21% en Infantil.

En cuanto a si los hijos aprueban todas las asignaturas a la primera, el 45,4% de los encuestados dice que su primer hijo siempre aprueba a la primera, mientras que la mayor parte de las veces aprueba un 43,2% y suspende otro 9%.

El estudio, hecho público ayer y que tiene un margen de error de más/menos 2%, se basa en 2.472 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 238 municipios de 46 provincias. El trabajo de campo se hizo entre los días 4 y 12 de febrero.

El caso Bárcenas eleva la preocupación por corrupción a niveles históricos

La preocupación de los españoles por la corrupción batió récords históricos en el mes de febrero, coincidiendo con escándalos como el caso Bárcenas, y es ya el segundo problema que más inquieta -solo por detrás del paro-, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El porcentaje de ciudadanos a quienes preocupa la corrupción y el fraude ha crecido del 17,7% hasta el 40% en tan solo un mes, y en un periodo en el que se han conocido las cuentas millonarias en Suiza del extesorero del PP Luis Bárcenas, las informaciones sobre una supuesta contabilidad "B" de este partido y otros asuntos de corrupción como el espionaje político en Cataluña.

Hasta ahora, la cifra más alta de preocupación ciudadana por la corrupción y fraude había sido del 33,5% en el CIS de enero de 1995.

Sin embargo, el paro sigue siendo la principal inquietud de los encuestados, ya que lo menciona el 79,9%, un punto menos que hace un mes, en el sondeo realizado del 4 al 12 de febrero entre 2.500 personas.

En este barómetro los problemas de índole económico pasan al tercer lugar, por detrás de la corrupción y el fraude, citados por el 35,4% (38,9% en enero), lo que representa la cifra más baja desde el inicio de la crisis económica en 2008.

La imagen que tienen los españoles de políticos y partidos mejora muy ligeramente y bajan un escalón en la lista de preocupaciones, situándose en la cuarta posición, al ser enumerados por el 29,7% (30,2% el mes pasado).

Al mismo tiempo, el pesimismo entre los parados españoles sigue aumentando progresivamente y cada vez son más los que ven poco o nada probable encontrar trabajo durante los próximos doce meses.