Mi buen amigo y paisano Casimiro Curbelo, que sigue aferrado, creo yo, con uñas y dientes a la presidencia del Cabildo Insular de La Gomera después de la furciada que le hizo en adrid su propio partido, que es el socialista, cuando lo obligó a perder su escaño en el Senado y después de los desplazamientos de un sujeto del CCN que mandó ese partido a denunciarlo por la cosa del incendio forestal de La Gomera, sigue trabajando, el hombre, como si no hubiese pasado nada y la malauva fuera la de costumbre.

Curbelo tuvo que soportar la furciada que le hizo adrid, repito, su propio partido, el PSOE, cuando lo obligó a lo del escaño de la Cámara Alta; el CCN mandó a la corporación insular gomera un sujeto para que lo denunciara por su gestión en el incendio de la isla, de lo que no salió nada porque Curbelo demostró que no tenía culpa. Luego, el presidente tuvo que sacar perras de donde pudo para mandar nada menos que 800 ayudas a estudiantes que las solicitaron y para pagar el transporte de los mismos. Eso antes del desplazamiento señalado, por el que tuvo que pagar 1.500 euros por alumno.

Curbelo tuvo que hacer frente al problema del abastecimiento de agua en lo que correspondió al Cabildo, y terminar la mejora del establecimiento del agua que nos quita la sed a todos, añadido a lo que tiene luego que abonar el Estado. En resumen, se metió en trampas que ni pudo resolver a tiempo. Para pagar este favor, los nacionalistas pasaron a ser un grupo mixto en el Cabildo, que les trae problemas para la Secretaría Insular y siguen las dificultades en lo que atañe al suministro de agua.

No sé si Curbelo se meterá en más asuntos de esta clase porque las carencias continúan y no hay de dónde sacar una perra más en La Gomera, con lo que cuesta reorganizar los montes y atender a las pérdidas materiales que produjo el incendio, y encima llegó un sujeto para denunciar al presidente de lo que no cometió.