La carne estofada es un plato versátil que ha evolucionado a lo largo de los años en diferentes culturas y regiones. En la cocina mediterránea, se le atribuye su origen, pero también ha influido en las cocinas de otras partes del mundo. En España, el "estofado de ternera" es una variante popular que se cocina con vino tinto y verduras, mientras que en Italia, el "estofado de cordero" se caracteriza por su preparación con vino blanco y especias.

Este plato se ha convertido en un símbolo de la cocina casera y se ha transmitido a través de generaciones en muchas familias. La clave para su éxito radica en la cocción lenta, que permite que la carne se vuelva tierna y absorbente de los sabores de los ingredientes adicionales, como las especias y las verduras.

Además de la carne de ternera y cordero, la carne de cerdo y pollo también se utiliza comúnmente en recetas de carne estofada. Los cocineros pueden personalizar la receta según sus preferencias personales y los ingredientes disponibles. El vino tinto y el vino blanco se utilizan en diferentes variantes para aportar un toque de sabor y complejidad a la salsa.

La carne estofada no solo es una deliciosa opción culinaria, sino que también es un plato tradicional que se sirve en ocasiones especiales y festividades en muchas culturas. Su rica historia culinaria y su versatilidad en la preparación la convierten en un favorito en la mesa de muchas personas en todo el mundo.

Y en Canarias hay una versión exquisita que se prepara en todas las casas, aunque los condimentos o especias pueden variar, pero es un plato que se hace imprescindible cuando comienza a entrar el fresco, es decir que bajan las temperaturas ya con el otoño o el invierno.

Carne compuesta al estilo canario El Día

Ingredientes:

  • 1 kg de carne de morcillo de añojo cortada en daditos
  • 5 dientes de ajo
  • 1 cebolla mediana o grande
  • 3 zanahorias medianas
  • 250 gr de tomate triturado
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 cucharada de pimentón dulce, orégano y comino molido
  • 3 clavos enteros
  • 2 hojas de laurel
  • Agua
  • Sal al gusto
  • Acompañamientos: papas fritas, sancochadas o arroz

Preparación:

Lo primero que se debe hacer es limpiar la carne, despojándola de cualquier rastro de grasa. Luego, sazonar generosamente con sal y pimienta negra para realzar el sabor.

En un caldero o cazuela mediana, se añade un poco de aceite de oliva virgen (sólo lo necesario para cubrir el fondo del recipiente). Se calienta el aceite a fuego alto y se procede a dorar los trozos de carne. La clave aquí es lograr un dorado perfecto por todos lados. Asegúrese de darles la vuelta para que la magia de los sabores se impregne en cada trozo. Reserve los pedazos de carne en una bandeja aparte. Recuerde no sobrecargar el caldero con carne de una vez, ya que esto afectaría la temperatura del aceite y, en lugar de dorarse, la carne se guisaría.

Pelar los ajos y la cebolla, y córtelos en pequeños trozos (en brunoise). En el mismo caldero que se utilizó para dorar la carne (ajustar la cantidad de aceite si es necesario), se sofríe la cebolla y los ajos a fuego lento hasta que estén dorados y tiernos. Añadir el tomate triturado y continuar sofriendo hasta que el tomate espese.

Agregar el pimentón, el tomillo, los clavos, el orégano y el comino, y saltear todo durante un minuto, sin dejar de remover. Luego, reintegramos la carne que habíamos reservado, las zanahorias peladas y cortadas en finas rodajas, las hojas de laurel, y sazonar con sal al gusto. Incorporar un vaso de vino blanco y un poco de agua (solo lo suficiente para cubrir).

Remover todo con cuidado, tapar el caldero y dejar que se cocine a fuego lento durante unos 40 minutos aproximadamente, asegurándose de remover de vez en cuando.

Al término de la cocción, verificamos el punto de la carne y ajustamos la sal si fuera necesario. Si la salsa parece demasiado líquida, podemos destapar el caldero, subimos el fuego al máximo y añadimos una cucharada de maicena mientras se revuelve. En pocos segundos la salsa adquiere la consistencia deseada.

Si se quiere, este plato se puede acompañar con papas fritas cortadas en cuadritos, papas arrugadas o arroz blanco. Ahora toca disfrutar de este sabroso plato típico de la cocina canaria.