"Oído mucho malo". Ese fue el diagnóstico (tal y como se dijo) que una ciudadana de Los Llanos de Aridane recibió de su médico el pasado jueves en el servicio de Urgencias del Centro de Salud de su ciudad. La opinión profesional sobre el padecimiento de la paciente que acudió al servicio sanitario la emitió un facultativo de nacionalidad polaca que ejerce en el centro llanense y que habla con bastante dificultad el idioma español.

Después de un buen rato enfrascada en lo que calificó como un "diálogo de sordos" con el médico que la atendió, intentando hacerle entender el problema que padecía y, a su vez, comprender ella misma las indicaciones que el profesional sanitario realizaba, la conclusión final, tras un largo rato de espera y un esfuerzo de comunicación importante, fue que estaba afectada por una otitis media, una inflamación persistente de la mucosa que recubre el oído medio y que le producía un dolor intenso, a veces insoportable.

Mientras tanto, en la sala de espera de Urgencias se incrementaba la lista de enfermos, más de 20 en aquel momento, que reclamaban atención por diferentes motivos. Pese a que precisamente se habla de urgencias sanitarias, muchos de ellos llevaban más de dos horas dentro del centro de salud sin ser atendidos.

Esta situación se repite desde hace más de un mes en Urgencias, el tiempo que lleva trabajando Lech Szewczyk, un buen profesional médico (todos los compañeros coinciden en esa valoración) pero con el inconveniente de que realmente le cuesta expresarse en términos sanitarios en el idioma español y comprender los síntomas y las indicaciones que los pacientes que llegan a la sala de urgencias desde todo el Valle de Aridane le trasladan.

En la propia consulta.- Tras recibir la denuncia de varias personas molestas por el esfuerzo que tuvieron que realizar para hacerse entender en un momento de indisposición sanitaria calificada de urgencia, o lo que es lo mismo, que necesita de una rápida intervención médica, EL DÍA quiso comprobar in situ lo que le contaban algunos ciudadanos afectados. Para ello esta redacción optó por personarse en Urgencias e intentar acceder a una consulta con el médico de nacionalidad polaca.

A las 12:00 horas el servicio de Urgencias de Los Llanos, como sucede a diario, estaba abarrotado. En la sala de espera, malas caras. Tras dos pacientes horas sentados o de pie, aguantando un dolor, no puede ser de otra manera. No era el mejor lugar ni el momento oportuno para reclamar la atención de la gente y solicitar su opinión sobre el servicio recibido, pero no resultó difícil comprobar que cierto malestar se respiraba en el ambiente.

El personal sanitario permitió a este periódico hablar con Lech en su despacho. Muy correcto, atendió las dudas planteadas, pero existía un evidente problema de comunicación que casi impidió que obtener una idea clara de lo que contaba.

Con dificultad se logró entender que lleva en La Palma unos meses, que trabajó como especialista cirujano en el Hospital y que la Dirección de Área de Salud le propuso venirse a Los Llanos.

"Idioma palmero".- En cuanto a las quejas planteadas, el médico reconoce que tiene problemas para entender a la gente: "Sobre todo cuando hablan rápido y no muy correcto, o cuando hablan con idioma palmero". Además, es consciente de que esa comunicación deficiente puede llegar a inducir algún tipo de error. Sin embargo, Lech cree que "no debe haber problemas con los pacientes si ellos hablan despacio".

En pocos minutos, la conversación acabó por la propia necesidad de su puesto de médico en un día de mucha actividad en el servicio de Urgencias. Una enfermera entró al despacho e interrumpió la pequeña entrevista para reclamar la presencia de Lech en otra sala en donde esperaba un paciente.