El periodista Luis Ortega (Santa Cruz de La Palma, 1948) ha escrito su nombre junto al de un reconocido grupo de personas vinculadas por historia a la Bajada de la Virgen de las Nieves. Ha sido capaz de ganar los dos únicos concursos realizados para elegir la letra de la Danza de los Enanos.

Dos concursos y dos premios, no está mal para empezar.

Estoy encantado y honrado por muchos motivos, porque me crecieron los dientes cerca de las Bajadas y porque, para cualquier palmero hacer cualquier cosa, lo que se pueda para la Bajada, es una honra y una satisfacción.

¿Se siente entre las personas más ligadas a la Bajada?

Todos los palmeros, que son protagonistas en distinto grado de las Fiestas y, aún más, todas las personas que alguna vez han sido espectadores de las mismas, se sienten vinculados a unos números artísticos que están fuera del tiempo y a un estilo que ha resistido a las modas y las perversiones que acarrean. La clave de la vitalidad y el éxito de la Bajada de Las Nieves está precisamente en la conservación de ese espíritu.

¿Cómo sienta compartir ese trabajo con el maestro Cobiella?

Estar con Luis Cobiella siempre sienta bien. Mantengo la vieja admiración y la amistad intactas y, como vivo en estado de aprendizaje permanente, me he beneficiado de su ética, de su sabiduría, de su inspiración, de su entrega y exigencia y, sobre todo, de su generosa confianza. Gozar de su cercanía me ha permitido poner en pie viejos sueños, producir proyectos ambiciosos. Personalmente, me siento muy honrado y halagado en mi vanidad por haber compartido el estreno de reapertura del Circo de Marte y por la perspectiva de los próximos Enanos.

¿Por qué eligieron el Mester de Juglaría para su trabajo?

En el largo repertorio de este número nunca habían estado los poetas, los trovadores y juglares que sentaron las bases de la lírica europea, en la Provenza o en los reinos de Castilla. De algún modo, quisimos homenajear a Gonzalo de Berceo y a sus loas y milagros de María, los localizamos en Nuestra Señora de las Nieves, que siempre estuvo por encima de todas las ideas e intereses e "invitamos" a La Palma lustral a los líricos andariegos que, de corte en corte y de burgo en burgo, sembraron cultura y sensibilidad.

La letra no se desvela, pero igual podría adelantar algo.

Efectivamente, ni la música, ni la letra, ni el atuendo se deben desvelar antes de la noche mágica. Es la regla de un secreto imprescindible para la prodigiosa sencillez y belleza de este espectáculo. Pero los lectores de EL DIA saben que la cosa va del Medievo, del tardogótico y las primeras luces del horizonte renacentista. Por eso, garantizamos una música y una letra con perfume antiguo y aliento actual, y un vestuario lucido.

¿Cree que la crisis influirá en la Bajada de la Virgen?

Las Fiestas Lustrales han superado en su existencia crisis de todo tipo y no han perdido en brillantez ni en participación. Los números tradicionales tienen un protagonismo popular, impagable para una producción convencional; los talleres municipales alivian los costes y, además, son los que justifican el programa, los que el público sensible de dentro y fuera quieren presenciar. Por eso, estoy seguro de que la crisis, con consecuencias especialmente graves en nuestras islas, no podrá con la Bajada. Se tendrán que hacer ajustes, modular los presupuestos y, a lo peor, moderar la presencia en el programa de los conciertos de cantantes de moda y otras manifestaciones que aparecen en todas las fiestas de todos los pueblos.

Se apuntó la posibilidad de que los Enanos volvieran a Santo Domingo. ¿Qué opina?

Bien, naturalmente. Santo Domingo es un lugar vinculado a los Enanos desde su conformación como número autónomo y sería bueno que, en respeto a su memoria, se montara alguna representación allí. Pero, por otro lado, la Danza es una fuente de financiación fundamental y la demanda de entradas obliga a contar con un recinto grande.