La riadas de agua provocadas por el temporal del mes de diciembre, con un efecto devastador en Fuencaliente, acentuado por la eliminación de monte que previamente había generado el gran incendio registrado en agosto, no sólo dañaron infraestructuras públicas y privadas, también fueron severas con un proyecto social vinculado a la recuperación de los restos de las víctimas de la Guerra Civil y represaliados por el franquismo. Las fosas excavadas en los últimos años en los montes del sur de la Isla, en los alrededores del conocido como Pino del Consuelo, fueron sepultadas nuevamente por el lodo y la arena.

Este espacio, de unos 200 metros cuadrados y considerado un referente en Canarias para las asociaciones de familiares de desaparecidos vinculadas a la Ley de Memoria Histórica, por ser el primero en el que, con apoyo público, se ejecutó un proyecto de recuperación de restos humanos, fue maltratado por el temporal, hasta el punto de que prácticamente se inundaron todas las excavaciones realizadas, al menos en uno de los lugares de mayor protagonismo, en el que se han llegado a encontrar desde 2006 hasta ocho cuerpos, de los que dos fueron identificados y el resto permanecen en estudio.

Daños recuperables.- Primero el incendio y luego las lluvias erosionaron el suelo de esa primera excavación, a unos 100 metros del Pino del Consuelo. Las riadas sepultaron las fosas y destrozaron las vallas de protección colocadas en el perímetro. Sólo quedaron al descubierto los troncos de los pinos que sirvieron de guía para encontrar los primeros restos (habían crecido alineados al germinar las semillas en el fondo de la fosa cuando se fue hundiendo), como firmes testigos del punto en el que se debe volver a excavar.

La segunda zona, más al noreste del pino, recientemente excavada tras una primera incursión en la década de los 90, no fue tan dañada por las riadas, aunque sí por el incendio. Esta zona también necesita intervenciones porque se pretende seguir explorando en la misma. Hay testimonios orales e indicios fiables de que en esa zona fueron enterrados más cuerpos que los que se encontraron, entre los que estaba el de un alcalde republicano de Los Llanos de Aridane.

Empezar de nuevo.- Según señala el vicepresidente de la asociación, Félix González, "los daños ocasionados por las riadas y el incendio representan una dificultad añadida que afrontaremos. Hay que empezar de nuevo, pese a que había varios lugares ya explorados, gracias básicamente a las subvenciones obtenidas del Estado". Las excavaciones permanecían paradas por falta de presupuesto: "habíamos parado temporalmente porque son muy costosas, ya que en ellas trabajan arqueólogos. Pero ahora hay que limpiar nuevamente todo, sacar los escombros y volver al punto en el que se encontraba la excavación".

González recuerda que los alrededores del conocido como Pino del Consuelo, calcinado por el incendio de agosto, son una gran tumba de alzados. Allí, en el monte aislado, se oculta parte del horror de la Guerra Civil, mostrado en aquellas fosas en las que se buscaba a los denominados como "los 13 de Fuencaliente", unos represaliados que se ocultaron en los montes de la Isla y que fueron asesinados tras su captura.

Siempre que pueden, los miembros de la asociación expresan su deseo de cumplir con el anhelo familiar de dar un entierro digno a los parientes que perdieron durante la fratricida guerra en las desgraciadas condiciones ya conocidas.