La Federación Insular de Padres y Madres Benahoare ha trasladado a la Consejería de Educación del Gobierno canario la preocupación existente en el colectivo de progenitores del Valle de Aridane por la próxima construcción en el polígono industrial de Los Llanos de dos plantas de aglomerado asfáltico, a menos de 2.000 metros de cuatro colegios de Infantil y Primaria.

Desde el AMPA se ha pedido a los responsables de Educación que no escolaricen en esos colegios a unos 150 niños ubicados actualmente en los mismos si se instalan las plantas de asfalto.

Norberto Hernández, presidente del colectivo de padres y madres reclamó, en una reunión reciente con el equipo directivo de la Consejería, garantías de seguridad para estos niños que están escolarizados en los barrios de Las Manchas, Todoque o La Laguna, de Los Llanos de Aridane. Al respecto pidió que si se confirma, como parece, la puesta en marcha definitiva de estas instalaciones nocivas para la salud, se evite la presencia de niños en sus cercanías: "La Consejería es responsable de la seguridad de estos alumnos y existen sentencias claras que hablan de la irresponsabilidad que sería permitir que un colegio esté a menos de 2 kilómetros de estas fábricas. Indudablemente, si se abren, se tendrán que llevar a los estudiantes de las unitarias a otros sitios".

Evidentemente, concretó Hernández, "como no se pueden cerrar cuatro o cinco colegios que trabajan en estos núcleos periféricos de Los Llanos desde hace muchos años, lo que habrá que hacer es impedir que se construyan esas industrias dañinas para la salud de aquellos que se verán afectados por su zona de influencia". Así se le trasladó a la Consejería, añadiendo que "si no se pueden frenar ya estas instalaciones, como se ha dicho, pues Educación deberá planificar el traslado de los alumnos afectados a otros colegios del Valle de Aridane, alejados de sus hogares. Se tendrá que actuar de una u otra manera".

La federación tiene claro que como colectivo no puede valorar el planeamiento municipal de Los Llanos, "pero sí que se cumpla con la normativa que impide escolarizar niños cerca de este tipo de industrias". Al respecto, dijo Norberto Hernández, "queremos un pronunciamiento claro de Educación, que parece no tener muy claro de qué estamos hablando, porque nos preguntaron incluso si los vecinos habían denunciado estas instalaciones".

El AMPA considera poco entendible que "ni los propios centros educativos afectados por estos proyectos se hayan planteado una actuación de protesta, dada la alarma social que se ha generado y el riesgo que para sus alumnos tendrá la cercanía de una actividad que generará gases nocivos y partículas contaminantes que se diseminarán con los vientos a miles de metros de la fábrica".