La oferta que Chile formalizó el pasado 18 de febrero ante la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO, por siglas en inglés) para albergar el Telescopio Extremadamente Grande (E-ELT), compuesta por compromisos de cesión de suelo y creación de diversas infraestructuras complementarias, se ha valorado en unos 74 millones de euros (100 millones de dólares), lo que equivale a la inversión en similares condiciones comprometida por Canarias dentro de la candidatura española, sin contar la financiación que asumirá el Gobierno central como parte de la inversión global de 1.000 millones que costará el supertelescopio.

Según ha confirmado EL DÍA por fuentes de la Administración autonómica y del Instituto Astrofísica de Canarias (IAC), la aportación en especie puesta sobre la mesa por el Gobierno de Canarias será equiparable, en tipo de infraestructuras y en valor económico, a la de Chile, con la ventaja de que ni Canarias ni España pedirán tiempo reservado de observación, mientras que los chilenos exigen el 10% para sus astrofísicos, aunque previsiblemente negociarán a la baja si peligra su candidatura.

Lo que pone Canarias.- La comunidad autónoma, según comunicó recientemente el Ministerio de Ciencia e Innovación, tras una reunión que ambas administraciones mantuvieron, se ha comprometido a mejorar la carretera de acceso al Observatorio del Roque de Los Muchachos, proporcionar suministro eléctrico según la necesidad del E-ELT, crear proyectos de sistemas de aprovisionamiento y recogida de aguas, telecomunicaciones, almacenes y residencia.

En cuanto a la cesión de terrenos, formará parte de la oferta española, para emplazar el telescopio y las instalaciones de apoyo. No hace falta reservar el suelo para garantizar la calidad del emplazamiento astrofísico, ya que esto ya está garantizado por la Ley de protección del Cielo aplicada en toda La Palma.

La oferta chilena.- En Chile, según consta en el comunicado oficial del Ministerio de la Presidencia la oferta contempla la cesión de unas 18.900 hectáreas alrededor del cerro Armazones, al igual que la creación de un área de protección lumínica alrededor de 36.200 hectáreas, para impedir en la misma la instalación de proyectos mineros. Además, se comprometen a garantizar también el acceso a la electricidad, ya sea por la conexión del observatorio al sistema interconectado central o del norte del país, o a través de una conexión gasífera para generar electricidad. También se habla de garantizar los accesos.

Los emplazamientos chilenos propuestos para la instalación del supertelescopio son Tolanchar, Ventarrones, Vicuña Mackenna y Armazones, siendo este último el predilecto por estar a veinte kilómetros del observatorio Paranal, lo que ayudaría a reducir los costes de construcción y mantenimiento. Sin embargo, en este mismo espacio se proponía la construcción de otro gran telescopio, el TNT de Estados Unidos, algo más pequeño, pero los norteamericanos se decidieron por ubicarlo en Hawai (Hemisferio Norte) después de conseguir financiación de Japón.

Financiación española.- Precisamente, al Ejecutivo español le falta por definir hasta dónde llegará con su oferta económica para hacerse con esta gran infraestructura científica en el Roque de Los Muchachos. Cuenta de plazo hasta el 3 o 4 de marzo, fecha en la que expira el periodo de presentación de candidaturas y momento en el que la ESO valorará las mismas.

El organismo europeo afirmó recientemente en Chile, tal y como publicó esta redacción, que le faltan unos 300 millones de euros para garantizar la ejecución del supertelescopio, por lo que se espera que la financiación comprometida por España pueda aproximarse a esa cifra, aunque por el momento no se ha desvelado ningún detalle en cuanto a los aspectos puramente económicos por parte del Ministerio.