Los Llanos de Aridane tiene cinco fuentes ornamentales, en las que el agua se integra o forma parte de diferentes monumentos escultóricos o simplemente es la protagonista. Pero las tres fontanas más visibles de la ciudad, quizás las más destacadas por su tamaño y situación, no están en la actualidad en condiciones de considerarse, precisamente, fuentes, ya que el agua brilla por su ausencia y la imagen de las mismas dista mucho de ser la adecuada, teniendo en cuenta la presencia de óxido que destaca en toda su superficie.

Es el caso de la que envuelve el gran Monumento al Calabazo (calle Camilo José Cela, de Argual) o de la primera fuente escultórica sin nombre instalada hace casi 10 años en la calle Díaz Pimienta del centro urbano o de la fuente laminar de agua que sirvió de base para soportar la inmensa escultura de la "Cabeza Guanche que mira al Sol", en la avenida Doctor Fleming. Estas tres estructuras, que no fueron instaladas en la presente legislatura, llevan meses, en algunos casos hasta un año, sin agua.

La explicación, según el concejal responsable del Infraestructuras en el Ayuntamiento llanense, Isidro González Brito, es que "fueron diseñadas y puestas en uso mediante un sistema de bombas para mover el agua, adecuado al momento, que no eran estancas y que provocan que la condensación genere óxido en las bobinas del sistema de bombeo, lo que terminó por afectar negativamente a su funcionamiento y estropearlas".

La falta de agua en las fuentes saca a la luz otro inconveniente, la presencia de manchas generadas por el cloro que contenía el líquido cuando fluía en estas esculturas. Se percibe un óxido blanco en la piedra, lo que el concejal denomina "pátina", que se impregna en toda la fuente, esculturas incluidas, y que afea su visión, con cierto aspecto de abandono. Ese óxido tampoco se ha limpiado, pese a que no hay agua en la fuente.

El concejal reconoce que desde hace ya unos años se ha tenido problema con los sistemas de tratamiento de las aguas de estas fuentes ornamentales, no sólo con las bombas, sino también con la impermeabilización de las estructuras que soportaban las esculturas de las que brota el agua. En muchos casos, como ocurre con la fuente sin nombre de la calle Díaz Pimienta o en el "guanche", el agua terminaba filtrándose por debajo del soporte de la escultura, con perdidas evidentes de líquido que terminaba por generar pequeñas charcas en las calles en las que estaban ubicadas.

Para solucionar todos los inconvenientes, los técnicos del consistorio estudian la instalación en cada hontanar de un nuevo sistema de bombeo para sustituir los que son deficientes, un sistema similar al que se instalará en la nueva fuente llamada "La graja" y que sustituirá al "guanche" en la Doctor Fleming. Así, se cambiarán las bombas para poder ponerlas en funcionamiento nuevamente. El sistema de bombeo impedirá que la condensación del agua genere la oxidación que dañó a las actuales.

Curiosamente, la fuente más antigua y monumental, la de la Plaza Chica, con un estilo arquitectónico tradicional, no tiene problemas debido a que es una fuente anterior de piedra que funciona mediante presión.