El comercio en la isla de La Palma está padeciendo con severidad las consecuencias de la crisis económica y pese a las rebajas de la temporada estival y la celebración de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen no ha conseguido remontar el vuelo. De hecho, se han registrado datos alarmantes como que algo más del 68 por ciento de los empresarios haya disminuido sus ventas y cifra de negocio durante el tercer trimestre del presente año.

Para el presidente de la Delegación de la Cámara de Comercio en La Palma, Isael Castro Hernández, "los resultados son ciertamente preocupantes, siete de cada diez comerciantes palmeros temen por el futuro de sus negocios y las perspectivas de recuperación a corto y medio plazo no son optimistas".

Un dato que pone a las claras que lejos de mejorar las cuentas, el sector comercial palmero ha reducido su actividad empresarial con respecto al trimestre anterior en más de 16 puntos, según se desprende de la VII Encuesta de Actividad Comercial realizada telefónicamente a través de las dos oficinas con las que la Cámara de Comercio cuenta en La Palma y en la que han participado más de 700 empresas del sector comercial de la isla.

"El consumo ha caído considerablemente, la mayoría de los clientes miran con lupa los precios y compran lo justo y lo más económico", añadió Castro Hernández, quien aseguró que "el día a día para muchos empresarios palmeros es una lucha por la supervivencia y está claro que si la situación no mejora pronto, muchos se quedarán en el camino".

De hecho, la Encuesta realizada por la Cámara de Comercio revela que el pesimismo se ha apoderado del sector comercial y un 64 por ciento de los empresarios encuestados no confía en que la situación mejore durante el último trimestre de año, mientras que un 34 por ciento piensa incluso que el consumo puede empeorar aún más si cabe. Aún así, una mayoría ha depositado su fe en la Campaña de Navidad, confiando en que se convierta en el salvavidas del último trimestre y por extensión, del año.

DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS

Tal y como se desprende de la Encuesta, las dificultades por las que atraviesa el sector comercial se agravan considerablemente en el Valle de Aridane, donde está haciendo mella la crisis en la comercialización del plátano y el retraso de las ayudas a los agricultores, lo que contrae todavía más el mercado.

Por el contrario, aquellas firmas comerciales que disponen de negocios tanto en Los Llanos de Aridane como en la capital palmera, constatan que en Santa Cruz de La Palma, al disponer de un alto índice de empleados públicos entre su población, además de la afluencia del turismo de cruceros, mantienen una mayor actividad económica.

La lectura positiva que sigue arrojando el sector comercial de la isla es la estabilidad laboral que ofrecen los empresarios palmeros a sus empleados. Ya en el anterior trimestre, la encuesta atestiguaba que a pesar de las dificultades económicas, el 94,9 por ciento mantuvo estable sus plantillas un dato que en buena parte se sustenta en el hecho de que la mayoría de las empresas comerciales de la isla se explotan bajo la forma jurídica de autónomo o empresario individual.

En el presente trimestre hay una ligera disminución y el 91,8 mantendrá a los trabajadores contratados y prevén continuar haciéndolo en el próximo en casi su totalidad.

MEJORAR LA PROMOCIÓN Y LA COMPETENCIA

La necesidad de reactivar el consumo también ha llevado a que los comercios opten por reducir los precios de sus productos. De hecho, el 44,6 por ciento han optado por bajarlos para competir en el mercado, mientras que el 55,4 por ciento ha decidido mantenerlos. Tal y como era previsible, ninguno de los más de 700 comerciantes palmeros encuestados ha optado por incrementar los precios en este trimestre.

Pese a ese esfuerzo por reducir precios, una parte del empresariado encuestado acusa los efectos de la proliferación de bazares chinos en distintos puntos de la geografía insular, ante los que el comercio tradicional no puede competir y sufren una considerable caída de las ventas. Ante esta circunstancia, solicitan que a estas empresas se les exija desde las inspecciones de trabajo que cumplan con la normativa de horas de trabajo de sus empleados así como las relacionadas con sus productos en cuanto a etiquetado, envasado, tallas, etcétera.

Por otra parte, como consecuencia de la debilidad del mercado, los empresarios optan por no incrementar la inversión en sus negocios. Sólo un 1,9 por ciento asegura que ha aumentado la misma durante el tercer trimestre, mientras que el 97,7 por ciento no la ha variado. Unas cifras similares a las que se prevén para el final de este año, donde sólo un 1 por ciento tiene previsto aumentar las inversiones. A esto se suma que los mayoristas y proveedores están más exigentes que nunca con los pagos, sobre todo con los nuevos emprendedores.

POR SECTORES

Casi ningún sector comercial escapa a la contracción del consumo que está aflorando con la crisis económica, a excepción del subsector de las telecomunicaciones y las joyerías que son los únicos ámbitos del mercado que consiguen mantener ligeramente el pulso ante las adversidades.

Destaca, además, que comercios relacionados con la alimentación (panaderías, carnicerías, víveres, etcétera) comienzan a reducir las ventas, incluso de los productos básicos de la cesta de la compra, existiendo una clara tendencia por parte del consumidor a inclinarse por las llamadas marcas blancas o de la casa que se comercializan a precios mucho más bajos.

En sectores como el de la ropa y complementos, las ventas han ido también muy mal, con unas Rebajas que no han funcionado y han roto las previsiones del sector. En la Encuesta realizada por la Cámara de Comercio se constata, además, que aumentan los problemas de liquidez del empresariado palmero para afrontar las compras de la temporada de Navidad porque proveedores y mayoristas les exigen pagar al contado.

Similar situación viven los bazares y tiendas de muebles y decoración, donde la situación no mejora y se acumula género en los almacenes sin que puedan liquidarla aún aplicando importantes descuentos a la misma.

Otro de los subsectores que sufre con gravedad los efectos de la crisis son las empresas de venta de vehículos y repuestos de automoción que confiesan atravesar uno de sus peores momentos y al igual que los establecimientos vinculados a la venta de artículos informáticos confiesan que subsisten gracias a una actividad más dirigida a los servicios que a las ventas.