La Isla lleva ya siete días seguidos sufriendo la cancelación y retraso de vuelos, con unas 115 frecuencias suspendidas. Primero fue la drástica decisión de los controladores aéreos de abandonar sus puestos de trabajo, el pasado viernes, y luego, desde aquel momento, se unieron las fuertes rachas de viento, que han alcanzado los 100 kilómetros por hora y que han impedido a los aviones poder entrar o salir en el aeropuerto ubicado en la Villa de Mazo.

Para el pasado viernes había previstas 76 operaciones, según los datos de Aena, de las que se registraron 54 y el resto, 22, se cancelaron. El motivo, la "huelga" de los controlares, aunque es cierto que en la tarde de aquel día ya se estaban registrando en la Isla inclemencias meteorológicas para impedir o, al menos, retrasar la llegada de vuelos, lo que obligó a la suspensión de diferentes eventos previstos en La Palma para el fin de semana, como, por ejemplo, la Noche en Blanco organizada en la capital.

La situación del sábado fue aún peor. De las 49 frecuencias programadas, sólo operaron dos, por lo que 47 vuelos fueron canceladas. Tampoco el domingo hubo normalidad en el aeropuerto palmero, tras registrarse 19 operaciones suspendidas de las 42 anunciadas. Un importante número de pasajeros optaron por desplazarse hasta el puerto para salir en barco aprovechando una frecuencia especial programada con Tenerife, aunque tanto la compañía Binter e Islas han tratado durante estos días de reubicar, en la medida de lo posible, a las personas afectadas.

Esta semana también comenzó con fuertes rachas de viento y lluvia. Además de verse afectado el agro insular y mobiliario urbano, principalmente en la comarca Este, el aeropuerto sufrió nuevamente cancelaciones. Estaban programadas medio centenar de operaciones, de las que 21 tuvieron que ser suprimidas. El martes y el miércoles, con una sola cancelación cada día y los pasajeros afectados reubicados en otros vuelos, aunque el martes se registraron retrasos de más de una hora en tres chárter, el aeropuerto tomó un "respiro". Ayer se repitieron las cancelaciones, hasta el mediodía ya eran tres las operaciones que se tuvieron que suspender, con dos vuelos que habían regresado a Tenerife Norte.

Los problemas para la operatividad del aeropuerto de Villa de Mazo durante los últimos siete días han afectado tanto a los vuelos interinsulares, la mayoría, como a las conexiones con Madrid, así como a vuelos de Alemania.