El Partido Popular y Coalición Canaria en el Cabildo Insular coinciden en la necesidad de recuperar para dominio público las 17 cuevas ubicadas en las laderas del Time, justo en el risco situado detrás del barrio de El Puerto, en Tazacorte, en las que habitan desde hace ya algunos años okupas llegados desde fuera de la Isla.

En el último pleno de la Institución Insular, el portavoz del PP, Manuel Pérez Rocha, preguntó a la presidenta, Guadalupe González Taño, por las actuaciones que se han llevado a cabo para evitar la ocupación ilegal de las cuevas. La líder nacionalista aseguró que desde hace ya tiempo se han mantenido contactos con el Ayuntamiento de Tazacorte, que también se opone a la ocupación del lugar, con el objetivo de tratar de normalizar la situación, pero aclaró que "para recuperar el uso público de las cuevas (léase echar a los okupas) se necesitan de fuerzas del orden público", en clara referencia a la necesidad de que colabore la Administración General del Estado con la actuación de las policías estatales, en concreto la Guardia Civil, ya que "no estamos tanto ante un problema de salud como de seguridad ciudadana".

Pérez Rocha pareció entender la reflexión de la presidenta insular, pero no se quedó satisfecho con la respuesta. En este sentido, afirmó que "lo que me parece lamentable es que si lo que estuviera en aquellas laderas fuera un cabrero con 20 cabras, para tratar de ganarse la vida, enseguida llegaba el Seprona o cualquier otra policía para sacarlo del lugar. Para ante la situación actual, todos hacen la vista gorda. Ellos (los okupas) hacen allí lo que quieren".

El portavoz popular recordó que justo por delante de las cuevas "se encuentra un sendero muy transitado por turistas y también por palmeros", la ruta del Bastón que discurre hasta el faro de Fuencaliente por la crestería de la Isla, "pero cuando la gente llega a El Puerto tiene que pararse un rato para sacarse las pulgas" debido a la supuesta falta de higiene o depósitos de residuos de los okupas en el paraje natural.

Vecinos de la zona también se han quejado porque los ocupantes de las cuevas bajan a veces a los cubos de basura y revuelven en busca de algo que comer.