Distinción, buen gusto, mesura... todos los años se suman adjetivos y el diccionario se queda corto. Esa elegancia artística es patrimonio exclusivo del pueblo de Mazo y no repite a la vista de cientos de visitantes que cada año se acercan a sus calles con motivo de la festividad del Corpus Crhisti.

Ayer se vivió otro de esos días de deleite visual con la festividad más emblemática de Mazo, declarada de Interés Turístico Nacional, en la que los tradicionales arcos verticales, descansos, pasillos, tapices y alfombras adornaron el recorrido de la procesión del Santísimo Sacramento por las calles del municipio.

Cientos de vecinos trabajaron en las singulares obras de arte efímero expuestas en las calles, que no defraudaron en calidad y originalidad, como ocurre cada año. Son 14 los arcos que se levantan, uno por barrio y dos más del colegio, tras horas y horas de creación, hasta la madrugada.

El proceso de elaboración se inició hace meses, con la recolección de flores y material vegetal con el que cada barrio confecciona su arco. Tras semanas de intenso trabajo en equipo, el esfuerzo se ve recompensado con la admiración que siempre provocan en los cientos de personas que visitan el municipio para deleitarse con el colorido y la espectacularidad de estas obras de arte vertical.

Este año, además, con la novedad de que se ampliaron los materiales vegetales utilizados, siempre de componente natural, como las ramas de viña, flores silvestres, cáscaras de ajo, cebollas, musgo de castañero...

La jornada de ayer, día grande del Corpus Christi, arrancó, como es habitual, con un repique de campanas a las 8:00 de la mañana. Luego, inauguración de exposiciones ubicadas en el Museo del Bordado y del Corpus Christi Casa Roja y en el Aula de Pintura Gregorio Toledo, sede de la Asociación de Mayores Virgen de los Dolores. Exposiciones que se mantienen abiertas en los próximos días.

Por la tarde, tras un concierto de la banda municipal, tuvo lugar la celebración solemne de la Eucaristía del Cuerpo y Sangre de Cristo en el Centro de la Cultura Andares, presidida por Víctor Manuel Álvarez Torres, canciller-secretario general del Obispado de Tenerife. Y para cerrar, la procesión del Santísimo Sacramento.

El paso hizo su tradicional recorrido por las calles engalanadas hasta llegar a la iglesia provisional. Era el momento de mayor énfasis popular sobre el resultado del arte vecinal, que cautiva cada año a los de Mazo y a toda la Isla.

El esfuerzo de este pueblo se agradece. Sobre todo por ser elogiable el calado de una tradición que ha llegado a las nuevas generaciones. Los jóvenes han tomado el relevo para garantizar la pervivencia de una festividad que es la seña de identidad de Mazo.