La Dirección General de Ordenación del Territorio dio ayer a conocer en el BOC un acuerdo de la Cotmac por el que definitivamente se autoriza el uso de los suelos urbanizables del antiguo aeropuerto de La Palma, ubicado en Buenavista, y del antaño campo de fútbol de Bajamar, a la salida norte de Santa Cruz de La Palma, ambos espacios en el municipio de Breña Alta.

Se trata de dos terrenos estratégicos para la Isla que por diferentes razones han estado en desuso durante las últimas décadas. En concreto, la pista del antiguo aeródromo ocupa una superficie superior a los 110.000 metros cuadrados, de los que el 50% son de titularidad pública y el resto, privados. El aeropuerto viejo se dejó de utilizar en 1970, aunque no fue hasta 1998 cuando el Ministerio de Defensa publicó, tras un gran trabajo técnico y político del ayuntamiento, la desafectación de los solares. Tuvo que pasar otra década para la reversión del suelo a sus antiguos propietarios.

La pista de aterrizaje la divide, casi por el centro, la carretera que conecta el Valle de Aridane con la comarca Este, además de otros ramales viales para zonas cercanas, mientras que el resto del trazado ha servido tanto para el aprendizaje y exámenes prácticos del carnet de conducir como, también, para el depósito de residuos, sobre todo material pesado. Técnicos en ordenación territorial califican este espacio como "la joya de la corona" de los terrenos por explotar en La Palma, tanto por sus propias condiciones, de orografía y servicios básicos (luz, agua...) como, sobre todo, por su ubicación, a escasos diez o doce minutos del aeropuerto, el puerto y, por ende, de Santa Cruz de La Palma, y a unos veinte, no más, del municipio palmero más poblado, Los Llanos, apuntando los especialistas en la materia que el siguiente paso es "la sectorización del suelo, cuyo valor es muy difícil de cuantificar".

De igual forma, y aunque con apenas 20.000 metros cuadrados, el solar que ocupaba el campo de fútbol de Bajamar y terrenos anexos, que en su día fue expropiado en parte para la mejora de la carretera general, también se ubica en una zona de gran valor, a la salida de la capital, y que también espera desde hace años por definir su uso.

Ambos espacios deben ser destinados para el sector terciario, lo que abre el abanico para llevar a cabo actuaciones tan diferentes como un parque empresarial, tecnológico o de investigación; instalaciones de uso recreativo y de ocio; hostelería y equipamientos diversos públicos, privado e institucionales, entre otros, para lo que, como es lógico, falta el dinero. "Lo que no se puede hacer son cuatro naves", afirman los técnicos consultados, que hacen hincapié en que "el antiguo aeropuerto es clave para la Isla, mientras que Bajamar reúne condiciones para construir un centro emblemático".

Por su parte, Jorge González, segundo teniente de alcalde en Breña Alta y consejero insular de Infraestructuras, manifestó que el ayuntamiento y la primera institución "tendrán que sentarse para decidir qué se hará en ambos terrenos estratégicos para La Palma. Son dos suelos de un gran valor y ahora hay que saber sacarles el máximo rendimiento económico".