La asociación de personas con problemas de salud mental en La Palma (AFEM) lleva desde el pasado mes de diciembre sin realizar ninguna visita de seguimiento a afectados con algún tipo de trastorno que perjudique a su bienestar psíquico y social, debido a los recortes aplicados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Este colectivo, que realiza una labor de incalculable valor en beneficio tanto de sus socios como de muchas otras personas con problemas de salud mental cuyos familiares se acercan a su sede en busca de ayuda, lograba mantener el programa de visitas a domicilio durante todo el año gracias a la subvención del área de Servicios Sociales del Cabildo de La Palma, aún por definir para 2012, y una ayuda de poco más de 10.000 euros de fondos regionales, que fue eliminada de forma drástica, que no reducida ni aminorada, para este ejercicio.

Este trabajo consistía básicamente en asegurar que el paciente cumplía con todos los tratamientos farmacológicos y terapéuticos, además de colaborar para facilitar la convivencia en el seno de sus familias.

Fuentes de esta asociación explicaron a EL DÍA que en años anteriores "el control de los pacientes en su domicilio era constante durante los doce meses", ya que "la ayuda de Sanidad nos permitía mantener el programa de seguimiento durante los primeros meses del año, hasta que se recibía el dinero del Cabildo de La Palma. Sin embargo, ahora no tenemos la primera subvención y la segunda aún no está definitiva, por lo que desde diciembre nos hemos visto en la obligación de pararlo todo".

Este servicio era cubierto por dos profesionales, que atendían a una treintena de pacientes de salud mental repartidos por toda la Isla, cubriendo una parte de la labor que deberían hacer las instituciones. En este caso, se trataba de derivaciones tanto del Hospital General de La Palma, donde desempeña su labor una trabajadora de la asociación, como de Servicios Sociales. El objetivo no era otro que evitar la denominada "puerta giratoria", es decir, que el paciente recibiera el alta en el centro hospitalario, fuera a su domicilio y al primer contratiempo tuviera que ser de nuevo ingresado por falta de un seguimiento adecuado.