Tras dos días esperando a que pasara el aluvión, llegó el día para la defensa. Juan Ramón Hernández Gómez, consejero regional de Agricultura y Ganadería, reconoce que Rodríguez Marín es "un buen amigo", pero advierte de que ni tan siquiera sabía que se iba a presentar al procedimiento negociado para la elección de un veterinario que se encargara del control de las explotaciones ganaderas de La Palma, que supuestamente se amañó en favor del concejal y portavoz municipal de CC en Los Llanos de Aridane.

No hubo llamada entre amigos antes de definir el concurso. Ni tan siquiera un "mira a ver si puedes hacer algo...". Nada. La verdad es que "no sabía que Marín se había presentado. Me enteré con posterioridad y evidentemente, cuando supe que había sido el elegido en el procedimiento negociado, me alegré porque es un amigo, buen profesional y no está en curso de ninguna causa de incompatibilidad", según afirma el veterano político nacionalista, que se desvincula con celeridad, a las primeras de cambio, de todo el proceso.

Y es que el consejero no suele tener influencia, o eso dice, en el trabajo diario de Gestión del Medio Rural ni mucho menos en los procesos de selección o contratación de personal, aunque sea en un asunto que afecta a un "colega" desde hace años que busca empleo. Lo suyo, al parecer, es otra cosa. GMR, de la que por cierto es presidente, "actúa como empresa pública pero de forma autónoma, tiene vida propia, con su propio consejo de administración y sus atribuciones. Pero claro, todo este asunto tiene sus connotaciones políticas y es lo que se está buscando. Pero bien, estamos aquí y hay que asumir las cosas". Eso sí, reconoce que "no lo llevo bien porque no estoy acostumbrado a verme en esta situación".

Sobre el trabajo que su compañero de formación realizó o que quizás, solo tal vez, ni hizo, al menos la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa) no lo vio por las explotaciones de su competencia, Hernández Gómez señaló que "tengo que atenerme a lo que pone la memoria presentada por Marín, en la que dice que ha hecho visitas a más de 93 instalaciones. El trabajo que realizó creo que ha sido bueno, de asesoramiento fundamentalmente a los ganaderos, y no necesariamente tiene que saberlo Aspa ni ninguna ADS (asociación de defensa sanitaria). No creo que Juan Ramón Rodríguez Marín mienta en la memoria. Por su trayectoria, me parece una persona muy seria y trabajadora".

Hernández Gómez apunta que las informaciones publicadas por EL DÍA "me han cogido por sorpresa y como consecuencia de lo publicado se ha abierto una investigación con el fin de depurar responsabilidades en caso de que las hubiese. Es un asunto que está en manos de la Secretaría General Técnica y, a partir de aquí, los juristas determinarán el camino a seguir". Los juristas... y los políticos.

Uno de los misterios que encierra este presunto amaño es saber quién falsificó las firmas de los otros dos veterinarios que tenían que haber sido invitados a participar en el procedimiento y que nunca recibieron la documentación, tal y como los protagonistas han afirmado, pese a las rúbricas de recibí que aparecen en el expediente. El consejero llanense hace hincapié en que "fue una noticia que nos alarmó. La Gerencia de Gestión del Medio Rural nos dice que se hizo un procedimiento negociado, todo es correcto y que no tienen que ser los propios veterinarios los que firmen el recibí, ya que van por correo normal a las viviendas de los veterinarios invitados. Eso es lo que se nos dice, pero es lo que tendrán que valorar los servicios jurídicos y en función de lo que nos digan, actuaremos en consecuencia".

Lo que ocurre es que las cartas de invitación no fueron enviadas a las viviendas de los veterinarios, como cree el consejero, donde familiares de los profesionales las pudieron recoger y olvidar de entregarlas a los afectados, que es en lo que se fundamenta la defensa de Gestión del Medio Rural. En concreto, la misiva que tenía que haber sido enviada a Rafael Matos iba dirigida a la calle Cruz Roja número 6 de Santa Cruz de La Palma. Es decir, a su clínica particular.

Esta circunstancia es fundamental porque reduce drásticamente las opciones de que haya sido otra persona la encargada de firmarla y no dársela a su destinatario. Y es que en el fondo, si se analiza todo el procedimiento, las cartas, firmas y declaraciones, lo normal es pensar que las misivas ni tan siquiera salieran de un despacho y, por tanto, nunca llegaron a los veterinarios. A ninguno de los tres.

Hernández Gómez sí aclara que la contratación de un veterinario por GMR era necesaria "para cumplir con los requerimientos de la Comisión Europea", ya que "no se estaba cumpliendo con dos de los tres registros que se exigen en las granjas". No fue una cuestión que afectó solo a La Palma, sino que también se contrataron veterinarios para otras islas. Se entiende o no que de otra forma.

Marín, en Facebook

Juan Ramón Rodríguez Marín guarda silencio. El veterinario "seleccionado", aunque lo de seleccionar es un decir porque su propuesta fue la única que llegó a Gestión del Medio Rural después de que las invitaciones no fueran recibidas por los otros profesionales invitados, tan solo ha aprovechado las redes sociales para expresar brevemente sus sentimientos. Los comentarios y reflexiones del exalcalde de Los Llanos de Aridane son habituales en su facebook, pero durante los dos últimos días decidió reducir considerablemente sus apariciones. En este caso, se refirió al sufrimiento que están pasando sus familiares por las informaciones sobre el supuesto apaño del procedimiento negociado con el que obtuvo trabajo. Sus "amigos virtuales", algunos también lo son en la vida real, le muestran su apoyo incondicional, aunque hay también quien aprovecha la ocasión para recordarle algunas de sus actitudes pasadas.