Las altas tasas de paro, el hundimiento del sector turístico, la sentencia en contra de las plantas de asfalto... nada. Las estrategias de los tres principales partidos políticos (PP, PSC y CC) han marcado los primeros 16 días del mes de noviembre en la Isla, cuya sociedad está viviendo acuerdos históricos y la ruptura provocada en el socialismo por los llamados pactos en "cascada" que no respetan las singularidades de lo local, de lo cercano.

El "tsunami" se inició el último día de octubre. Antes ya había habido movimientos, pero el 3o llegó la primera decisión drástica. El Partido Socialista en Los Llanos de Aridane presentó su renuncia al gobierno municipal y, en el mismo instante, registró junto a Coalición Canaria una moción de censura contra la alcaldesa, Noelia García. Los populares no la esperaban. Es más, horas antes de que se produjera, concejales de ambas formaciones habían estado reunidos para diseñar políticas conjuntas de gestión. No es de extrañar que ahora se hable de "traición". En los encuentros matinales de ese día, el PSC escondió sus cartas en el cara a cara.

La moción, la primera censura en este ayuntamiento durante toda la etapa democrática, dejó su primera víctima. Veremos si llegan más. Marín fue "sacrificado". El exalcalde estaba señalado por los 3.333 euros al mes de su contratación en GMR y el PSC puso como exigencia que no fuera alcalde. Pronto incluso renunciará al acta de concejal.

La ejecutiva insular del PSC tampoco supo del movimiento de "Chema" de Vargas. Ese día el presidente de su formación en la Isla, Anselmo Pestana, se encontraba acompañando a un político-amigo de visita por la Isla. Le contó la censura su escudero, Jorge González, a través de una llamada telefónica. En la regional, al contrario, lo sabían antes incluso que las otras dos concejalas.

Ese día, sí, desde entonces, la moción de censura en el Cabildo de La Palma tenía fecha. Partido Popular y Partido Socialista la iban a "armar". Entre pasillos, la cúpula del PSC hablaban de que el movimiento de Los Llanos de Aridane podía frenar el acuerdo insular. "Nos quieren poner palos en las ruedas", decían. Señalaban a la diputada Rita Gómez, perdedora del último congreso del PSC en la Isla y fiel a las decisiones de José Miguel Pérez, como la "autora intelectual", pero en el fondo sabían que todo estaba decidido. No había vuelta atrás.

Cuando todas las miradas estaban centradas en el ayuntamiento llanense, Anselmo Pestana y Carlos Cabrera registraron la censura contra González Taño. Rápido. Fue el 11 de noviembre. Ambos portavoces dieron una rueda de prensa conjunta para defender la medida. Detrás, en la misma sala, entró el grupo de CC en bloque. La presidenta estaba nerviosa. Más que nunca. Nadie de los nacionalistas lo adivinó. Al contrario, todo hacía indicar que la ejecutiva insular de los socialistas no se arriesgaría después de las serias advertencias de expulsión de la regional.

La última semana ha sido dura para el socialismo. José Miguel Pérez defiende el pacto regional por encima de todo. Expulsó a los consejeros de La Palma en un nuevo gesto de complicidad con Paulino Rivero. Sin embargo, el PSC insular respalda a Pestana, todos, o casi, a una, y se produce una foto histórica donde participan alcaldes, jóvenes, veteranos que trabajaron por sus ideas desde la clandestinidad... Se forma una gestora, con Manuel Marcos Pérez al frente.

Noviembre ha sido vertiginoso para la vida política de La Palma. Y lo que queda. El viernes se debate la moción de censura en el Cabildo y los movimientos quizás no hayan terminado. Puede haber una sorpresa.