El edificio donde se ubicaba el bar más antiguo que tuvo Santa Cruz de La Palma hasta 2006, el histórico Quitapenas, albergará una licorería y una pequeña hospedería con encanto, tras finalizar las obras de rehabilitación integral de la casona y a la espera de los pertinentes trámites administrativos para su inauguración.

El número 48 de la calle Real, en la entrada al "corazón" de la ciudad, no es un inmueble cualquiera. Desde 1932 y durante 74 años, el "Quitapenas", fundado por Merquiadez Brito Simón (q.e.p.d.), fue el refugio elegido por pescadores e incluso por emigrantes que regresaban de sus largas travesías. También fue el "escondite" de gente de fútbol, como el gran Rosendo Hernández (q.e.p.d), internacional con España. Un lugar de encuentro inevitable de gente curtida por las batallas duras de la vida. De gente de diferentes generaciones. Un bar que, a la postre, fue protagonista de la propia historia de la capital hasta que fue vendido con destino diferente a la hostelería.

Después de varios años casi abandonado, sin ninguna utilidad, un empresario natural de La Palma apostó por su adquisición y rehabilitación. Después de realizar una inversión considerable, la casona desprende ahora otras sensaciones. En la parte de abajo, en lo que a la postre era el bar, se localiza un amplio espacio diáfano que será destinado casi en su totalidad como licorería, mientras que en la parte superior de la edificación se encuentran apartamentos que se explotarán como alojamientos turísticos.

El concreto, el Boletín Oficial de la Provincia ha publicado un anuncio de la Consejería de Turismo del Cabildo de La Palma, en el marco del Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística de la Isla, por el que se somete a información pública el expediente de autorización previa, tramitado a instancia de Tenerife Style SL, para una casa emblemática de tres unidades alojativas con seis plazas de capacidad.

Las personas interesadas podrán acceder a los documentos que amparan esta actuación, que son públicos en la sede del área que dirige Raúl Camacho, en el antiguo Parador de Turismo, estableciéndose un período de un mes para presentar posibles alegaciones.

Los apartamentos han sido construidos con encanto. Techo de madera, materiales de calidad, iluminación exterior... respetando las singularidades de una vivienda que siempre tuvo un encanto diferente.