Si la organización de izquierda nacionalista canaria ya se había pronunciado hace una semana por la intención de Antona de aculturizarnos con tradicionales de maltrato animal de otros países, una vez más, y parece que no va a ser la última, se luce el secretario general del Partido Popular en Canarias. Asier Antona afirma que la instalación de una base militar de la OTAN en La Palma sería una buena noticia, según sus propias palabras “me encantaría que La Palma fuera sede de la OTAN porque ganaría en seguridad y riqueza”.
Para Alternativa Nacionalista Canaria lo menos que trae seguridad a Canarias es la instalación de una base de la plataforma militar imperialista más agresiva conocida hasta la fecha, que supondría marcarnos como objetivo militar en cualquier confrontación militar internacional. Además tenemos que recordar que ya las maniobras que ha hecho la coalición militar en aguas canarias, y su sola presencia, significa un atentado contra la decisión del pueblo canario que votó mayoritariamente con el NO a la OTAN en el referéndum realizado en 1986 sobre la permanencia en dicho organismo.
Desde ANC creemos que las justificaciones que da Antona de crear empleo y riqueza, además de exageradas y falsas, ocultan un programa de militarización de las islas que ya comenzó con las intenciones de ampliación de la base militar de los Rodeos, los vuelos nocturnos de helicópteros en el archipiélago, incluso sobre poblaciones, y el incremento de militares junto con la expropiación de casi tres millones de metros cuadrados en Fuerteventura para uso militar. En otras palabras, nos están convirtiendo en una plataforma militar de agresión al continente africano, con el objetivo de asegurar el dominio neocolonial de recursos y materias primas.
En definitiva desde nuestra organización pensamos que el clima de paz del archipiélago no puede ser puesto en riesgo bajo justificaciones de creación de empleo. El paro en las islas no va a ser resuelto ni mucho menos con la creación de bases militares, sino con planes estructurales de desarrollo económico, y fundamentalmente con el control por parte de la población trabajadora canaria de la infraestructura económica, actualmente en manos de un sector minoritario de nuestra sociedad y del extranjero que se apropia de los beneficios netos de toda la actividad económica.