No hay proyecto definido, tampoco se conoce el lugar exacto de su construcción y su presupuesto es todavía hoy una incógnita. El Cabildo de La Palma se comprometió allá por el mes de febrero, con su vicepresidente, Carlos Cabrera, al frente, a pagar y construir la estación de bombeo de la capital, indispensable para finalizar la playa, pero cuatro meses después lo único cierto es que se está "liando", nada se sabe de la obra, y, con ello, se retrasa, aún más, la zona de baño.

En el ayuntamiento de la capital ya nadie es capaz de hablar sobre cuándo finalizará la playa, pero todos temen lo mismo: que no esté acabada este año. El alcalde, Juan José Cabrera, muestra abiertamente en público su preocupación "tras un año de retraso". En privado es menos, mucho menos, comedido. En el último pleno incluso reconoció que "sabemos que la obra complementaria (estación de bombeo) tardará unos meses en hacerse... Ya no me atrevo a dar plazos para la playa".

Desde la oposición, lo mismo. Juan Ramón Felipe, portavoz municipal de CC, solicitó una comisión para analizar lo que está ocurriendo, además de tener dudas sobre los trámites para la cesión de los terrenos por parte de la Autoridad Portuaria.

Del Cabildo de La Palma nada se sabe. Su presidente, Anselmo Pestana, parece haber delegado la obra en su vicepresidente y consejero de Planificación del Territorio, Carlos Cabrera. Y esto va para largo. Se han analizado diferentes alternativas, unas más costosas que otras, pero la más probable ronda los 800.000 euros. Un dinero que la institución insular está dispuesta a poner de fondos propios. ¿Cuándo?, ni se sabe.

Y en medio de la falta de información oficial, lo que cada día cobra más fuerza es que detrás del retraso se esconde la dificultad para proteger a la estación de bombeo de los embates del mar, un dique de contención que para ofrecer garantías suficientes precisa de una inversión millonaria. Tampoco está claro que el denominado "mamotreto" quede al final "escondido" detrás del espigón del puerto sino que se ubique donde antiguamente se encontraba la churrería, es decir, a escasos metros de donde Costas lo tenía proyectado y financiado con fondos estatales, la rotonda Blas Pérez González, y fue rechazado por una parte de la ciudadanía.

La estación de bombeo proyectada por Costas tenía un plazo de ejecución aproximado de cinco meses. No necesitaba ningún tipo de escollera, al no verse afectado por el mar. Si se parte de ese período de obra, la infraestructura que hará el Cabildo puede no estar lista en lo que resta de año, lo que obligaría a parar la obra de la playa. Destacar que antes de colocar el 70% de la arena de la zona de baño, el "mamotreto" debe estar acabado. Es decir, que para bañarse allí habrá que esperar hasta 2015.