El gobierno de Los Llanos de Aridane apostó por no privatizar el servicio de agua. Fue un compromiso arriesgado que asumió ante un grupo de vecinos. La red es tan vieja, se encuentra tan obsoleta, que las averías no son una rareza, aunque es cierto que en los últimos meses se han reducido la frecuencias de las mismas. Sí, se ha ido avanzando.

La Corporación llanense quiere dar otro empujón para mejorar la red y, de camino, los depósitos municipales para la optimización del abastecimiento. Serán 320.000 euros del remanente de Tesorería, dinero "libre" tras una buena gestión económica en 2012, destinados a acciones encaminadas a subsanar los problemas de pérdidas y averías.

La alcaldesa, Jesús María Armas, y el primer teniente de alcalde, José María de Vargas, señalan en un comunicado que se persigue "continuar dando respuesta a las demandas vecinales, para lo que se sigue concentrando recursos para realizar en la presente anualidad un plan de intervenciones que permitan mejorar la eficiencia del servicio de agua potable". No es menos cierto que para tapar todos los "agujeros" que la red tiene se precisa de una inversión muy superior. Eso sí, todo es empezar.

Las actuaciones que se realizarán permitirán intervenir en la red de agua potable y de saneamiento del Camino Callao, y en la interconexión de ramales de distribución de agua potable en las calles Conrado Hernández, Luis Felipe Gómez Wanguemert, Avenida Doctor Fleming, Vizconde del Buen Paso, Angélica Luis y Princesa Dácil, lo que va a permitir "eliminar el servicio de agua por la actual red de fibrocemento". Y es que las tuberías son añejas. Pero añejas de verdad.

Además, se trabajará en los depósitos de Hermosilla, Pino Santiago, Tajuya, Fátima y Campitos.