Uno de los cuadros cedidos para exponerlos en una muestra colectiva celebrada con motivo de las Fiestas Lustrales 2010, en el Museo de Arte Contemporáneo, fue hurtado sin que el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma informara a la opinión pública de lo ocurrido, según ha podido saber EL DÍA de fuentes vinculadas directamente con la investigación del caso.

El museo estaba dirigido por el mismo técnico del que ahora también depende el Barco de la Virgen, de cuya sala naval han desaparecido en los últimos cuatro años cerca de 28.000 euros, aunque sin que por ahora se haya determinado el o los responsables de ambos extravíos.

El cuadro hurtado es una obra del artista Humberto Lamberti, muralista argentino con diferentes premios que ha expuesto en salas de ciudades europeas y americanas. La muestra a la que la lámina iba dirigida pertenecía al grupo Arte Siglo XXI, integrado también por Sergio Boccaccio, Horacio Cárdenas, Antonio Sánchez Cabrera y Simona Sentieri.

El mural nunca llegó en realidad a exponerse. La pintura desaparecida fue enviada desde Tenerife en barco junto al resto de trabajos que se iban a mostrar. Sin embargo, cuando se procedió al montaje de la muestra y se retiraron todos los embalajes de protección, los técnicos municipales comprobaron que el cristal de la obra de Lamberti estaba roto, por lo que finalmente optaron por guardarlo en otro espacio (una habitación) del Museo de Arte Contemporáneo.

Tras finalizar la exposición, incluso ya habían terminado las Fiestas Lustrales, los trabajos de los artistas encuadrados en Arte Siglo XXI fueron enviados de nuevo al representante del grupo. Todos, menos la citada pintura, al entender los técnicos que la misma podía correr serio riesgo de romperse en el desplazamiento. Además, el ayuntamiento, tal y como se recoge en las bases de las exposiciones lustrales, puede quedarse en propiedad con uno de los cuadros de cada artista que exponga en estas fechas.

Sin embargo, el representante de los artistas reclamó el cuadro de Lamberti. Primero lo hizo a través de llamadas telefónicas y, por último, optó por acudir a la vía judicial. Según las fuentes consultadas, antes de que se produjera el acto de conciliación entre las partes implicadas, agentes de la Policía Nacional visitaron el museo para comprobar que efectivamente la obra se guardaba perfectamente protegida en una habitación. Tras no llegarse a un acuerdo, se celebró el juicio y el magistrado dio la razón al ayuntamiento.

La obra, por tanto, ya era propiedad municipal. Lo curioso es que cuando al poco tiempo fueron a por ella para reparar los desperfectos en el cristal, ya no se encontraba en el lugar donde fue depositada. Se registró el Museo Contemporáneo sin llegar a localizarla. El hurto fue denunciado por el ayuntamiento en el juzgado, aunque casi cuatro años después se desconoce qué ocurrió.

EL DÍA intentó contrastar la información con políticos que estuvieron al frente de áreas en la Bajada 2010. La primera llamada se hizo a Antonio Riverol, exedil socialista con un gran "peso" en aquel entonces en el ayuntamiento. Apuntó que "no estoy seguro, pero creo recordar que sí se comentó que faltaba un cuadro". No lo tiene fresco y, además, "llevaba otros actos de las Fiestas Lustrales. Pregunte al alcalde, que quizás....".

El regidor municipal en 2010 era el nacionalista Juan Ramón Felipe: "Desapareció un cuadro. Creo que todo acabó en el juzgado. La responsable de las exposiciones era Rosa Pulido". ¡Lo que la mente es capaz de olvidar en cinco años! La actual diputada recordaba aún menos que sus compañeros: "No desapareció ningún cuadro ni se perdió nada, aunque quizás Víctor Hernández Correa (técnico de reconocida valía del área Patrimonio), que me ayudó, pueda saber algo que a mí se me escape". Pues sí, se le escapó.

Correa, que en el momento de la desaparición de la obra no tenía llaves del museo, sí recordaba perfectamente, al contrario que los políticos, todo lo ocurrido.