La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tan solo dispone de una inspectora para los 93 centros (unitarias, colegios "completos" e institutos) de La Palma, al no estar cubiertas dos de las tres plazas que le pertenecen a la Isla, una profesional a la que ni tan siquiera se sustituye en caso de disfrutar de días libres o pedir la baja por enfermedad, tal y como ocurrió el pasado mes de diciembre, según pudo saber EL DÍA de diferentes fuentes relacionadas con la comunidad educativa.

La inspección tiene como cometido revisar la programación general anual de cada centro y analizar cómo se estructuran las clases, los horarios y la interconexión que debe existir en la impartición de las diferentes asignaturas, además de buscar una solución a los problemas que puedan surgir en las escuelas con la aplicación de la nueva ley educativa, reforma del ministro Wert que se estrena en este curso; y mediar en los habituales conflictos disciplinarios en los que en ocasiones debe intervenir.

Los inspectores de Educación son los encargados también de velar y hacer cumplir las recomendaciones que emanan de la Consejería, como, por ejemplo, la reutilización de los libros de texto, que la mayoría de los centros educativos, al menos de la Isla, incumplieron.

Por comparación con otras islas que en teoría tienen necesidades de inspección muy similares, La Palma sale claramente perdiendo en esta materia. En Fuerteventura hay tres inspectores, mientras que en Lanzarote la cifra se eleva hasta los cuatro. Todos están nombrados y ejerciendo desde principio de curso.

EL DÍA se puso en contacto con la representante de los padres y madres de alumnos de la Isla, Natalia García, para conocer su valoración del escaso, mínimo, personal en la inspección educativa. A propósito, la presidenta de la federación Benahoare manifestó que efectivamente "tan solo hay una inspectora, es lo que tenemos, que por muy buena y profesional que sea es imposible que pueda multiplicarse y atender a todos los centros".

Faltan profesores en un número "muy elevado" de colegios

Natalia García (en la foto) informó a esta redacción de que a la carencia de inspectores de educación, se suma "la falta de profesores en las aulas". Al ser cuestionada por si la ausencia de docentes se da tan solo en casos puntuales, afirmó que "al contrario, en un número elevado, en la mayoría, de centros de Secundaria falta algún profesor, lo mismo que ocurre con maestros en algunos colegios de Primaria". En este sentido, señaló que desde la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias se justifica esta ausencia en que "se está en un proceso de reorganización que se prolongará durante el mes de septiembre". A partir de esa fecha, la presidenta de la federación que agrupa a las asociaciones de padres y madres de alumnos de los centros públicos la Isla, denominada Benahoare, espera que las unitarias, colegios "completos" e institutos "dispongan de toda la plantilla para que nuestros hijos reciban la educación que se merecen".