El empresario que asumió por solidaridad la búsqueda de fondos para financiar el pago del alquiler y del agua y la luz de una vivienda destinada a la familia que ocupó de forma ilegal una casa en el barrio de Mirca en Santa Cruz de La Palma, Juan Arturo San Gil, manifestó ayer que "si al final la familia decide quedarse a vivir donde ahora se encuentra, el dinero será destinado para otras necesidades sociales, a través de Cáritas".

San Gil explicó que la cuenta con los fondos aportados por empresarios y particulares, que alcanzaron el objetivo de los 6.000 euros, "fue abierta hace ya una semana y Cáritas estaba a la espera de que la familia buscara una vivienda que se adaptara a sus necesidades y estuviera dentro del presupuesto disponible para hablar con el propietario y firmar el contrato de alquiler".

Después de que EL DÍA publicara en su edición de ayer las dudas expresadas por la pareja, con dos niños a su cargo, acerca de la posibilidad de renunciar al dinero donado y quedarse de okupas, el responsable de la búsqueda de los fondos decidió "llamar a la familia para saber qué estaba ocurriendo". A propósito, señaló que "la conclusión es que no saben qué hacer y que lo único que quieren es lo que todos queremos: tener un hogar estable en el que poder criar a los hijos".

San Gil explicó que "vamos a esperar un poco para ver qué decisión toman. He hablado con las personas que hicieron las donaciones (él mismo se encargó de recibirlas y anotar a los benefactores) y han coincidido en que no quieren recuperar nada de lo que aportaron. El dinero se quedará en la cuenta y sino es para el alquiler de la casa, como estaba previsto, irá para necesidades de otras familias, pero repito que vamos a esperar".

El empresario de la capital entiende además que "es normal pensar que si hay casas sociales cerradas (en caso de que realmente existan), propiedad del Instituto Canario de la Vivienda, se deben tomar medidas para que se pongan a disposición de aquellas familias que no tienen dónde quedarse, como ocurre en este caso. ¿Es mejor que estén cerradas?, es evidente que no. Sobre todo cuando la finalidad para las que se construyeron fue para atender a los más necesitados".

El trabajo del personal de Servicios Sociales

Una familia okupa, un hombre que busca comida en un basurero, otra mujer que vive en una vivienda en pésimas condiciones... Los medios de comunicación se están haciendo eco de los efectos de la grave crisis económica entre familias de Santa Cruz de La Palma, aunque son casos que se repiten en el resto de la Isla. Sin embargo, en ocasiones se olvida, y por ello hay que subrayarlo, el esfuerzo que está realizando el personal de los Servicios Sociales, que evita, a la postre, que estos casos se multipliquen. Los trabajadores que tienen sus dependencias en Jorós están desempeñando una labor encomiable, en ocasiones incluso fuera de su horario laboral, asumiendo funciones por encima de sus obligaciones, para poder valorar a cada familia de forma minuciosa y ofrecer ayudas para alimentación, alquileres, atención médica... sí, de primera necesidad. Sería injusto olvidarlo.