Más vuelos, mayores expectativas, mejor relación con los políticos de turno... pero una queja se repite: “sin infraestructuras de ocio estamos limitados”. Óscar León Díaz, empresario turístico desde hace 18 años y presidente desde 2005 del CIT Tedote, organización que aglutina a un porcentaje muy elevado de los negocios del sector en la Isla, reconoce el incremento de plazas de avión y la oportunidad, si la ocupación es alta, no solo de mantener las plantillas de trabajadores sino incluso de contratar más personal.
¿Qué sensaciones tiene en el comienzo de la temporada turística de invierno?
El sector está ilusionado por el aumento de plazas de avión, pero también estamos con la incertidumbre y con la expectativa de que se logre una buena ocupación de los aviones, porque de lo contrario se pueden caer (de la programación).
Y en realidad, ¿es cierto o no que hay un incremento de plazas para venir a la Isla?
Sí, es cierto. La situación es bastante mejor que la campaña de invierno pasada. Contamos con el doble de plazas aéreas desde Inglaterra, un 35% más desde Alemania y con vuelos de Vueling extras para Navidad...
Pero hay que llenarlos.
Claro y en esa línea reconocemos el trabajo que se está haciendo desde el Patronato de Turismo y también por los propios empresarios. Un ejemplo: por primera vez la Isla ha ido a la feria de Londres para trabajar pensando en el próximo verano y no para buscar vuelos de una semana para otra. Eso ya se acabó.
¿Estamos haciendo una correcta promoción o queremos que la Isla se “venda” sola?
Pues mira, se están manteniendo dos comerciales de manera continua en Alemania, también se mandó en septiembre a otro comercial a Bélgica, otro estuvo en octubre en Holanda y se está preparando una campaña para la zona de Düsseldorf, donde hemos pasado de dos vuelos a cuatro a la semana; y otra campaña para Inglaterra, teniendo en cuenta que de Gatwick hemos pasado de un vuelo en el invierno del año pasado a tres ahora. A ello se suman campañas en Bilbao y Barcelona. El trabajo sí se está haciendo, aunque siempre tienes la duda de si será o no suficiente.
Esa mejoría, ¿permitirá contratar personal o tan solo alcanza para no despedir y hacer caja?
Es un poco pronto para valorarlo, juzgar por adelantado es difícil, aunque si la ocupación de los aviones que están programados alcanza al menos el 80%, el sector turístico tendrá para contratar más personal.
¿La Palma tiene un tope de crecimiento por falta de infraestructuras?
Totalmente, y contra eso no se puede luchar con promociones. A todo el mundo no le gusta estar una semana o dos de vacaciones contemplando paisajes. No todo el mundo cree que lo más bonito es lo verde. No todos los turistas son senderistas. Estamos limitados por falta de ocio. Tenemos una isla bonita, preciosa, que nos dio la naturaleza, pero ¿qué más tenemos? No hemos sabido aprovechar las playas ni hacer infraestructuras que serían muy importante para captar turistas, hablo de la Fuente Santa, el centro de visitantes del Roque de los Muchachos, algún campo de golf....
Si esas infraestructuras estuvieran en otras islas, ¿ya estarían acabadas?
Seguro, ¿lo duda? Hemos permitido, como pueblo, que nos cuenten lo mismo durante lustros y aquí nunca pasa nada. Usted cree que es posible que la carretera del Sur, que lleva a la zona turística por excelencia de la Isla, lleve cuatro o cinco años en esas condiciones, llena de agujeros, y no han sido capaces de terminar ni un tramo. Eso es vergonzoso. Pero es que si va al Norte se encontrará lo mismo.
¿Por qué existe ahora esa sintonía entre políticos y empresarios turísticos?
Porque el político quiere. El empresario siempre ha estado dispuesto a trabajar de forma conjunta. Con Beatriz Páez hubo una excelente relación, se trabajó conjuntamente de forma seria y los resultados se vieron en 2011, un buen año, gracias al trabajo realizado los dos años anteriores.
¿Cuándo se rompió esa buena sintonía?
La línea de unión la rompió Julio Cabrera. Él personalmente. En una reunión nos dijo que iba a ser lo que le diera la gana. Y lo que hizo fue cargarse el convenio de una comercial que teníamos en Alemania. Esa es la realidad.
Y esa línea, ¿por qué se une de nuevo?
Ahora tenemos un consejero que sabe de lo que estamos hablando. Raúl Camacho tenía contacto con el turismo antes de ser consejero, en su vida profesional, y sabe de las necesidades del sector, lo que sin duda facilita las cosas. Hay buena sintonía porque él también quiere que se trabaje de forma conjunta. Para el sector está siendo clave tener a un político al frente que conoce perfectamente en lo que está metido.
¿No será qué ustedes son del PP y Camacho también lo es?
¿Sabe qué es lo que queremos los empresarios?, que nuestras empresas vayan bien. Hay unas inversiones que hay que rentabilizar. Los empresarios no estamos para pensar en tendencias políticas. Le acabo de decir que con Beatriz Páez (CC) la relación fue excelente y el trabajo con ella dio buenos resultados.