El campo de Bajamar era un espacio donde el fútbol se engrandecía. El deporte se vivía entonces de otra manera. Era pasión. Gradas llenas de vida, donde la eterna rivalidad entre los dos clubes de la capital, CD Mensajero y SD Tenisca, era reconocida incluso fuera de las fronteras de Isla.

El campo vivía junto al mar. Una pequeña vía, a veces prácticamente inutilizable por el oleaje, era la pequeña frontera entre el coqueto campo de tierra y el océano, donde era habitual que acabaran algunos balones durante los encuentros e incluso en los entrenamientos.

El "progreso" obligó a la mejora de la vía y, con ello, a la desaparición del campo del fútbol. Aquella estrecha carretera se convirtió con lo que hoy es: dos carriles de entrada y otros tantos de salida de Santa Cruz de La Palma. Sin embargo, las obras ganaron sobre todo terreno al mar, dejando prácticamente sin tocar la superficie que ocupaba el terreno de juego.

Los equipos se tuvieron que ir. Adiós a las mejores tardes de fútbol. Los aficionados ya con canas lo añoran. Los propietarios del terreno arrendaron la superficie a una empresa constructora. Los goles se convirtieron en maquinaria, escombros... cambió la imagen de Bajamar. Fueron más de dos décadas de un inmenso solar al servicio del boom de la construcción. Del cemento, de las obras y sí, también, de la generación de riqueza.

Esa situación se prolongó hasta principios de año. El sector de la construcción no es lo que era y el arrendamiento del terreno "murió". Sus dueños, con el famoso diseñador de zapatos Manolo Blahnik al frente, analizaron qué hacer con la superficie del antiguo Bajamar, más de 13.000 metros cuadrados, y apostaron por plantar plátanos, ampliando el negocio de una finca anexa de otros 15.000 metros cuadrados.

Juan Manuel Guillén, de la familia propietaria del terreno, recordó la importancia que tuvo el campo de Bajamar en diferentes generaciones, "antes fue el campo viejo", y cómo han tenido que apostar ahora, después de mejorar y embellecer la frontera con la carretera, por la plantación de plátanos "que es de los pocos sectores por los que todavía se puede apostar", debido a la situación de crisis económicas que se está viviendo, resaltando que "es una plantación ecológica".

La plantación de plátanos ocupa unos 13.000 metros de terreno

La primera imagen realizada por Juan Arturo San Gil (Novafoto) es una vista actual de lo que se ha convertido el campo de fútbol de Bajamar, mientras que la segunda es de la década de los 60 y pertenece a un enfrentamiento entre el Club Deportivo Mensajero y la Sociedad Deportiva Tenisca en un terreno de juego muy añorado. Estaba situado en Breña Alta, en el acceso por el Sur a la capital.