Noelia García realizó en 2013 obras en su vivienda de El Remo sin licencia. EL DÍA relató los hechos hace ahora prácticamente un año. Ella defendió en aquel momento, también ahora, que lo hizo para garantizar la estabilidad del inmueble, que se había visto afectado por obras de urbanización municipales en una vía anexa. Doce meses después, la exalcaldesa de Los Llanos de Aridane solicitó al ayuntamiento la legalización de las obras, cobrando de nuevo actualidad aquella construcción ilegal después de que desde la corporación se filtrara el documento.

Es el resumen de una vieja historia. Pero, en este caso, hay un trasfondo que habla de un barrio... y de la forma de proceder de su gente. Noelia García ha sido objeto de dos pintadas en su contra en los últimos seis meses, aproximadamente. La primera se produjo en el muro que se encuentra antes de acceder a El Remo. En la misma entrada al barrio costero. No es un lugar cualquiera para la gente de la zona. Allí decidió quitarse la vida uno de los suyos. Y eso queda grabado para siempre.

La pintada fue borrada casi de forma inmediata. En la misma se expresaba que Noelia García no era querida en el barrio. "Fue la propia asociación de vecinos la que encargó que la borraran. Esa pintada no fue de gente de allí porque el muro tiene un significado muy especial", comenta la exalcaldesa. Lo hace agradecida. No sería la última vez que la antaño regidora local es objeto de los mensajes. Hace apenas tres semanas, su casa en la costa fue el lugar elegido para atacarla: "Ilegal. Corrupta". La reacción de los vecinos fue la misma que en la primera ocasión: lo borraron.

"La pintada la han borrado mis vecinos. No puedo asegurar quién fue, gente de allí", resaltó García. Al ser cuestionada por la posibilidad de que las pintadas hayan sido eliminadas por afiliados a su misma formación política, el PP, por simpatía, la exalcaldesa subrayó que "no, no va por ahí la cosa. ¿Sabe qué ocurre?, que la gente de El Remo es consciente de que todo esto son ataques políticos. Las pintadas reflejan la forma de proceder que tienen algunos. Aquí la gente se conoce muy bien y sabe cómo somos cada uno y la manera de actuar que tenemos. No los pueden engañar".

También se esconde otra circunstancia determinante del día a día. El Remo es un espacio en el que no se puede dar licencias a nadie por la protección que tiene la zona, lo que obliga a los vecinos a actuar de la manera que pueden, no siempre dentro de la más estricta legalidad, para poder disfrutar de una vivienda digna. Lo hacen como pueden. No vale, obviamente que no, para justificar que una responsable pública haga obras sin tener la licencia, pero sí lo "amortigua" entre sus conciudadanos. Y mucho.