Un grupo de mujeres, una veterinaria y el resto ayudantes, se han desplazado desde Suiza a La Palma con el objetivo de esterilizar a los animales de compañía de las familias sin escasos recursos, además de capturar a gatos abandonados a los que realizan la misma operación.

No tienen ayudas de ninguna administración ni tampoco piden dinero por la labor que realizan. Aseguran que "no queremos quitar trabajo a los veterinarios de la Isla", por lo que enfocan su misión hacia las personas que no tienen capacidad económica para acudir con su mascota a una clínica veterinaria, lo que no quita que siempre exista gente que se aproveche de la situación.

Afirman que no es la primera vez que vienen a La Palma. Se desplazan una vez al año en el mes de noviembre, aunque siempre sin publicidad, con el boca a boca. Esta semana han estado durante cuatro días en la Isla, "en los que hemos atendido ya a unos 120 animales". Lo dicen mientras atienden a un gato en el barrio de El Remo, en Los Llanos de Aridane, donde estuvieron trabajando durante horas. "Los machos son diez minutos, con las hembras hay que tardar mucho más", comentan.

¿Por qué La Palma? La respuesta podría estar en que el padre de una de estas mujeres tiene una casa en El Paso, que disfruta por temporadas. Sin embargo, la realidad es que aman a los animales. "No queremos que los maten", subrayan, y no les importa hacer tantos kilómetros para su protección.

En El Remo coincidieron por casualidad con algunos políticos (Noelia García y Mariano Hernández), a los que expresan que lo único que desean de las administraciones es un local en el que poder guardar sus utensilios de trabajo de un año para otro y, también, para poder seguir atendiendo de forma gratuita. No quieren ni piden dinero, pese a que solo en anestesia se gastan 1.000 euros. Les vale con las donaciones que reciben en la clínica veterinaria que gestionan en su país de origen.

Sí, todavía hay gente buena.