No es una carrera. No importa el primero que cruce la línea de meta. En realidad, ni tan siquiera compiten. Quedan en la plaza de España de Los Llanos de Aridane y recorren La Palma a través del sendero denominado GR-130. ¿Por qué lo hacen? Por ayudar. No le dé (usted que lee) más vueltas. Hacen algo más de 150 kilómetros a pie, ¡que se dice pronto!, para colaborar con la Asociación de Niños Especiales. Buscan "simplemente" recaudar fondos para un colectivo diferente, de los que traspasan el alma.

Es el tercer año que lo hacen, siempre bajo la organización del club Bayana. Se levantan de madrugada, se ajustan las zapatillas, también la indumentaria, preparan la mochila con agua, algunos geles... "Voro quería dar la vuelta a la Isla solo. Nos sentamos, hablamos y decidimos que era mejor hacerlo de otra manera. En grupo y por una buena causa". Nigel recuerda aquel primer año, cuando planificaron la iniciativa para llegar al casco urbano llanense el día de la San Silvestre, "lo cumplimos y fue genial". Pide al redactor, deseo no cumplido, que "no me nombres, no me gusta tener protagonismo", tan solo quiere "que hables de la Asociación de Niños Especiales que hacen un trabajo magnífico".

En la segunda edición, con más publicidad, "todo fue un poco más sencillo". Ya había más reconocimiento, el desafío era conocido, aunque siempre con el mismo objetivo. No se lo sacan de la cabeza: niños especiales.

El 17 de enero volverán a la plaza. Allí se juntará gente de la montaña. Otros años estuvieron Ángel Yuste, Israel, Raquel, Voro... caras conocidas del trail. Algunos repetirán. Irán por el camino real en dirección a Tijarafe, luego Puntagorda, Garafía, llegada a Barlovento... los ayuntamientos se encargan de los avituallamientos, colaborando además en la búsqueda de fondos para la hucha de la carrera.

Desde la organización se destaca el apoyo sobre todo de "supermercados Spar, a su director general, José Gabriel Barreto, que desde el principio, sin pedirnos nada a cambio, ha estado con nosotros". Salen de noche y estarán "sobre las 30 horas" para volver al punto de partida. Sí, más de un día por caminos escarpados, de duras subidas, bajadas técnicas, por senderos, piedras... llega un momento en el que duele todo, pero no van solos: "Este año tenemos un poco de miedo por la cantidad de gente que se unirá a lo largo del recorrido", admite Nigel, que repite una y otra vez que "esto no es una competición".

Los que se apunten a lo largo del recorrido para realizar tramos "cortos", a los que se les agradece su aliento, deben tener claro que participan bajo su entera responsabilidad. La organización no puede hacerse "cargo" de todos. Imposible.

Para recaudar la mayor cantidad posible de dinero, se ponen a la venta camisas del desafío. Todo el beneficio que se obtenga con su comercialización, se destinará para la asociación que formaron allá por el año 1996 un grupo de familias que tienen en común un hijo, una hija y, en algunos casos dos, con algún tipo de lesión neurológica o de componente genético que les causa alguna discapacidad o, en muchos casos, cuadros de pluridiscapacidad. Quieren darles una vida digna y mueven "montañas" para lograrlo.

También se hace un llamamiento a las empresa que quieran colaborar con la causa. Lo mismo a particulares. "Cualquier ayuda será bien recibida. Cada persona dentro de sus posibilidades", sentencian desde la organización. Sí, vale hasta un abrazo.