El conflicto laboral que se vive en la limpieza del aeropuerto de La Palma, después del despido de cuatro trabajadoras y la amenaza de nuevas medidas drásticas, tal y como informó EL DÍA durante la semana pasada, se extiende a otros servicios que presta desde hace apenas unas semanas la empresa Interservice, y que están comenzando a afectar de forma notable a usuarios del aeródromo.

La merma de personal ha llegado a uno de los recursos mejor valorados por los usuarios: la atención de los pasajeros de movilidad reducida. A propósito, cabe destacar que la empresa responsable del servicio decidió, como primera medida, despedir a dos trabajadores con contratos de 20 horas a la semana e incorporar a uno por 10 horas, con el objeto de ahorrar en el dinero que destina al pago de personal.

Interservice ha ido un paso más allá y tres de sus trabajadores en el aeropuerto de La Palma, donde apenas cuenta ahora con ocho personas, verán reducida su jornada, y por ende su salario, a la mitad: de 30 a 15 horas a la semana. Los efectos de estas decisiones no han tardado en llegar y en los últimos días se han presentado quejas por el funcionamiento de un servicio que se entiende de gran importancia, tanto para la atención de la población local como también para los turistas, teniendo en cuenta la avanzada edad media de los extranjeros que toman la decisión de descansar en la Isla.

Una situación similar se está viviendo entre los trabajadores de los aparcamientos subterráneos del aeródromo. La empresa responsable decidió despedir personal, reduciendo además jornada, lo que hace que ahora no haya siempre operarios presentes en las oficinas para atender cualquier incidencia que se produzca dentro del parquin. En su lugar, una conexión directa a dependencias en Madrid trata de salvar de los "apuros" a los usuarios, lo que casi nunca se logra hacer de forma efectiva. Sí, un "disparate".

Mientras tanto, los trabajadores de la limpieza se reunirán esta misma semana para tomar una decisión sobre el ultimátum de la empresa: acepta la totalidad de la plantilla reducir su jornada laboral de 40 a 28 horas o, por el contrario, despedirá a otras cuatro personas.