Coalición Canaria es consciente de las avanzadas negociaciones que el Partido Socialista y el Partido Popular mantienen en los municipios de Tijarafe, El Paso y Breña Alta para cerrar un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años, tal y como EL DÍA adelantó en su edición de ayer, lo que de producirse "sería un escollo insalvable" para un acuerdo entre CC y PSOE en el Gobierno de Canarias.

Fuentes de "peso" de los nacionalistas dejaron claro ayer a esta redacción que "si Blas Bravo es alcalde con el apoyo del Partido Popular, el pacto regional con el PSOE sería inviable, seguro al 100%; lo mismo ocurriría si pactan en Tijarafe o El Paso", por lo que "esperamos que las negociaciones que están manteniendo se frenen", subrayando que "respetamos que el Partido Socialista no quiera entrar por ahora en los gobiernos de esos tres municipios, por los motivos que considere, pero en ese caso debe dejar gobernar en minoría, con apoyos puntuales, a la fuerza más votada", que en todos los casos fue CC.

En la formación que dirigen Juan Ramón Hernández y Guadalupe González tienen claro que "no vamos a permitir las mismas deslealtades" producidas en la legislatura que ahora acaba, cuando populares y socialistas se unieron en hasta diez ayuntamientos de La Palma y en el propio Cabildo insular "no por un proyecto en común sino contra un partido, Coalición Canaria", sostienen las mismas fuentes, que aunque se muestran reacias a los pactos en los tres citados municipios, lo cierto es que son más contundentes cuando se habla del caso concreto de Breña Alta, donde "Jonathan Felipe tiene que ser alcalde" para que el pacto regional tenga futuro. Precisamente, en el municipio breñusco es donde más dificultades existen para un acuerdo entre CC y PSOE.

Las mismas fuentes recuerdan (con la boca "pequeña") que también es posible "un pacto integral" (acuerdo en cascada) con el Partido Popular, incluso en el Gobierno de Canarias, siempre y cuando logren el apoyo además de los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera, aunque en ese hipotético caso "las exigencias en La Palma serían exactamente las mismas, es decir, pactos en todas las instituciones para gobernar de forma conjunta o, en su caso, dejar que gobierne la fuerza más votada", sostienen. ¿Incluyendo el Cabildo?, "sí, por supuesto", aclaran.

Lo evidente es que los nacionalista rechazan en esta ocasión que haya municipios donde se impongan razones personales al criterio de los partidos, tal y como ocurrió en 2011, negando incluso la posibilidad de entrar en el Cabildo con el PSOE y dar un plazo para que posteriormente se solucionen algunos pactos contrarios en diferentes municipios, estrategia errónea seguida por los nacionalistas hace ahora cuatro años: "Vamos juntos. Acuerdo en todas las instituciones o nada", afirman.