La Isla continuará un año más sin poder ofertar a los turistas y residentes todas sus playas. Y es que encima que tampoco puede presumir de contar con demasiadas zonas de baño para atraer a visitantes, algunas que antaño eran referentes ahora están cerradas.

El caso más grave es la playa de La Zamora, en Fuencaliente, una de las más importantes en el sur de La Palma. Lleva sin poder ser utilizada, al menos de forma oficial, desde hace más de un lustro por desprendimientos y todavía este verano, tanto tiempo después, tampoco está en disposición de ser abierta a los bañistas, aunque es verdad que no pocos desoyen las indicaciones y acaban disfrutando de sus aguas cristalinas.

La institución insular y el ayuntamiento sureño anunciaron el pasado mes de febrero una inversión de 380.000 euros para posibilidad su reapertura, gracias a una partida del Gobierno de Canarias de 300.000 euros, pero todavía hoy la zona de baño sigue cerrada, a pesar de su cercanía con el hotel Princess. Sí se utiliza, en la misma zona, playa Chica.

Tampoco se ofertará durante este verano la playa de Las Monjas, en Los Llanos de Aridane, situada entre Puerto Naos y el Charco Verde, que también lleva sin poder utilizarse durante varios años. Tenía una gran repercusión al ser la única playa nudista de La Palma, por acuerdo plenario de 1984. El difícil acceso, la falta de arena y el riesgo de desprendimientos fueron los argumentos expuestos por la Dirección General de Costas para proceder a su cierre. Tazacorte se aprovechó de la ocasión para abrir una nudista en la zona de los Tarajales.

En Los Llanos de Aridane sí están a disposición Puerto de Naos y Charco Verde, ambas con bandera azul, y otras zonas más pequeñas de baño, como la charca de El Remo, que ayer mismo estaba siendo terminada por el ayuntamiento, o la Lajita.

No menos sorprendente resulta que siga cerrada la playa de El Pozo, en Villa de Mazo. Es cierto que no es tan reconocida como las anteriores, pero la realidad es que lleva sin poder utilizarse desde marzo de 2010 tras un decreto de la exalcaldesa por desprendimientos, un precinto que incluso afecta a una decena de casetas ubicadas en el litoral y hasta a una pequeña ermita cristiana.

Y mientras en algunos municipios no se acaban de solucionar los desprendimientos para la apertura de playas de mayor o menor importancia, en Santa Cruz de La Palma la zona de baño ya suena ciertamente a cachondeo. Se comenzó a construir en octubre de 2011, con un plazo de ejecución de 19 meses; es decir, estaba previsto que finalizara en el verano de 2013. Dos años después, nadie se ha podido aún bañar allí. Ni poner la toalla. Y eso a pesar de que todos los partidos coinciden en que será un revulsivo económico para la capital.