La Hacienda del Cura es un paraje natural enclavado en la zona de preparque de la Caldera de Taburiente. Allí residen algunos vecinos, otros tienen viviendas que ocupan en determinadas épocas del año, también existen cultivos e incluso algunas casas dedicada al turismo rural. Pero tiene un problema. Un grave problema: el acceso.

Para llegar a esta zona hay que cruzar obligatoriamente el cauce del barranco de las Angustias, por lo que la comunicación entre la Hacienda del Cura y la carretera LP-214 depende exclusivamente de la meteorología. Y ahí, los vecinos salen perdiendo. Son demasiados los días al año en los que el agua desciende entre aquellas paredes, dejando a este núcleo aislado al menos para el tráfico rodado, sin poder acceder no solo vehículos privados sino también de emergencia.

Para salir o entrar a pie a la Hacienda del Cura cuando es imposible cruzar el barranco, existe un puente al que deben acceder por un camino que también en ocasiones se ha tenido que cerrar. "Si el barranco lleva agua y el camino para cruzar el barranco está cerrado, ¿qué hacemos?", se preguntan los vecinos en una carta remitida la semana pasada al Cabildo de La Palma.

Los afectados exigen una solución. Y ya tienen cómo obtenerla. Su idea, aunque aceptan analizar las propuestas que los técnicos de la institución insular planteen, es aprovechar el puente peatonal existente para crear uno para tráfico rodado, con capacidad suficiente "para soportar un camión de bomberos para casos de incendios o la maquinaria suficiente para limpiar la calzada cuando hay derrumbe". Es decir, para lo elemental. Sería un puente de unos 15 metros de largo por tres de ancho. "Lo utilizarían los vehículos cuando llueve, mientras que el resto del año sería usado por los excursionistas a pie", aclaran los vecinos.

En la Hacienda del Cura "hay niños escolarizados que van a la escuela en los Llanos de Aridane y necesitan cruzar el cauce del barranco a diario", también hay huertas "y el año pasado se perdieron cosechas de aguacates" tras el mal tiempo y la imposibilidad de ir a recogerlos en un vehículo. Pero es que además, si ocurre un accidente cuando es imposible cruzar el barranco de las Angustias, "habría que llevar al accidentado caminando en camilla durante 840 metros para cruzar el cauce o llamar a un helicóptero para que lo lleve a un hospital". A todo ello se unen "serias dificultades" que tienen las casas de turismo rural legales que están en la Hacienda del Cura para desarrollar su actividad.

En el fondo, lo que quieren es "un puente para comunicar nuestro barrio con el mundo". Y es que "no queremos ser ciudadanos de segunda que viven en el siglo XXI pero que tienen comunicaciones del siglo XIX".